Los anuncios fueron hechos después de una reunión de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, directivos del Deportivo Cali, el alcalde de Palmira, Jairo Ortega, y oficiales de la Policía.
Toro dijo que se acordó el uso del estadio en partidos con un máximo de 25.000 espectadores, así como establecer en las próximas dos semanas un carril de evacuación o ruta de emergencia, aparte de la señalización e independiente de los accesos que corresponden a la movilización de espectadores. Ello permitirá que se jueguen partidos de categorías A y B profesional y levantar la no viabilidad emitida por la Policía Metropolitana de Cali.
El presidente del equipo verdiblanco, Álvaro Martínez, confirmó que se atenderán recomendaciones para seguir su participación deportiva en el escenario del corregimiento de Palmaseca. Aseguró que el estadio tienen capacidad para 50.000 asistentes.
Mientras tanto, se habilitarán espacios para el estacionamiento de vehículos, uno de los dolores de cabeza desde el 2010 cuando se inauguró el estadio. A los partidos llegan unas 8.000 motos con alreedor de 12.000 personas; 4.000 carros con 12.000 asistentes, aparte de los que usan servicios de transporte.
Martínez llamó a un comportamiento cívico de los aficionados para no repetir los inconvenientes del último partido con Atlético Bucaramanga en las semifinales de la Liga Águila cuando, según la Policía, algunas personas estacionaron en puntos de salida, otros usaron sus carros como 'bafles', aparte del consumo de licor y otras sustancias.
Para cumplir las medidas, el Cali reajustará su venta de abonos a 19.000 y limitará a 9.000 las boletas de cortesía.
Martínez anotó que en el comité ejecutivo del Cali seguirá el proceso para disponer de una vía alterna mediante la compra de un predio en el sector.
CALI