El Gobierno de Ecuador solicitó circular roja a la Interpol para detener y extraditar al vecino país a la caleña Claudia Ximena Orozco por estar involucrada en el accidente del bus que llevaba media tonelada de marihuana y que terminó con la muerte de 24 de los 46 pasajeros en una carretera cerca de Quito, el pasado 14 de agosto.
Orozco, quien se presentó el jueves ante la Fiscalía en Cali para ponerse a disposición de las autoridades colombianas, dijo que está atenta a lo que determine la ley.
El sábado pasado, un juzgado de Ecuador le dictó medida de prisión preventiva y a otras personas identificadas como Martha Isabel Londoño, Dennis Julieth Bueno Cardona, y Cristian Andrés Parra Silva, que estarían presuntamente relacionados con el llamado ‘narcobús’.
“En virtud de lo solicitado por el señor Agente Fiscal actuante de la causa, ofíciese a la Interpol de la Policía Nacional de Ecuador, a fin que publique la notificación roja, para la localización y detención de la señora Claudia Ximena Orozco Córdova, con cédula de ciudadanía colombiana N. 29108***, en el país vecino de Colombia y sea puesta a órdenes de ésta autoridad hasta que se resuelva su situación jurídica”, dice un documento de las autoridades ecuatorianas.
La señora Orozco se sometió a una revisión médica el jueves, en compañía de policías de Antinarcóticos, porque por el accidente sufrió contusiones en el brazo derecho, así como en la parte baja de la espalda, mientras esperaba la notificación de la petición de Ecuador para extraditarla, donde será investigada por el delito de tráfico de sustancias psicotrópicas que le podría generar una condena que oscila entre 10 y 13 años.
Así lo señaló el abogado Élmer Montaña, a quien Orozco buscó en Cali para que la representara en caso tal de que la Fiscalía en Colombia le hubiera dictado orden de captura. Sin embargo, en el país no hay tal orden por lo que Montaña señaló que la caleña estaba ayer pendiente de la notificación formal de esta solicitud por parte de Ecuador.
De acuerdo con Montaña, una vez se recibiera esa notificación se informará el caso a los órganos de justicia pertinentes en Colombia. Recordó que, de manera voluntaria, Orozco se puso a disposición de las autoridades colombianas, que no tomaron ninguna decisión en su contra hasta tanto saliera la orden de extradición.
El abogado Montaña dijo que una vez la caleña sea trasladada al país vecino, ella tendrá que acudir a un abogado de oficio de esa nación porque él no podrá representarla. Indicó que en Cali acompañó a Orozco a la Fiscalía en lo que calificó como una gestión humanitaria.
Orozco, quien llegó a la capital del Valle del Cauca el viernes pasado, en compañía de un familiar, sostuvo que el año pasado conoció a Carmelina Idrobo, una de las 24 víctimas fatales del accidente a la altura del kilómetro 82 de la vía Pifo-Papallacta, en el vecino país. La señora Idrobo habría sido la persona que la contrató para servir de guía turística por 2 millones de pesos en este 'narcoviaje' en un bus con fallas mecánicas y con algunos viajeros de Cali, a quienes no les cobraron por el pasaje.
“La primera vez la conocí porque le vendí productos, cosas y era muy buena cliente, y terminamos siendo amigas. Me mandó a pasear, me dio dinero (…) allí no le vi ninguna intención”. Añadió: “(…) cuando empecé a trabajar, igual me dieron cierta información de que era un político que necesitaba lavar dinero. Esa información se la di yo a mi amiga (la que le ayudó a buscar a más pasajeros)”. Anotó que en el viaje se enteró de la droga, la cual habría sido cargada en Jamundí, pero hay otras versiones de que el alucinógeno se ocultó en Neiva.
La caleña aseguró que es madre de dos hijos, que es cabeza de hogar porque se separó hace seis años y que paga arriendo en el modesto barrio Santa Elena, del suroriente de Cali, además de que sostiene a su mamá, pues argumentó ser hija única. También señaló que no tiene un empleo estable y que en ocasiones vendía tintes y productos de belleza, así como comida o cuidaba a niños para reunir unos pesos.
Orozco también confesó que tomó la decisión de entregarse porque sentía que debía dar explicaciones a las familias de las víctimas, a las que quedaron heridas, a sus hijos y a su mamá.
CALI
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