Una lámpara que representa el fenómeno del agujero negro, estructurada por un caleño, ganó una de las competencias más importantes del diseño de iluminación en el mundo, ‘LAMP’, que se desarrolla en Canadá.
El creador de la 'Black Hole Lamp' es Darío Narváez, diseñador industrial de la Universidad Icesi. Su lámpara representa las etapas de la luz en un agujero negro que, según los estudios, nace por la muerte de una estrella de gran masa.
"Pienso que es fantástica, elegante y me encanta que tenga un interruptor de metal para atenuar la iluminación, como si estuvieras estirando el tiempo y el espacio", dijo Phillip K Smith, uno de los jurados del concurso.
"Siempre es un dilema tener en cuenta estructura e ingeniería, versus metáfora y poesía, pero, al final, la lámpara tiene que ser funcional. Ésta lo tiene todo", agregó el jurado.
Un agujero negro es como una especie de aspirador gigante situado en un punto del espacio, con tanta fuerza gravitatoria que absorbe todo lo que se encuentra a su alrededor. Su potencia es tan grande que, incluso, puede aspirar la luz.
Este fenómeno cósmico fue el que inspiró al diseñador caleño.
Cuando la lámpara ilumina en su totalidad, representa a una estrella, el sol, por ejemplo. Y, por medio de un interruptor, permite deformar la luz de forma manual, hasta que queda toda oscura, como cuando una estrella colapsa y queda atrapada.
La lámpara controla la intensidad de la luz emitida, por ser la creación de un embudo a partir del cual la luz no puede escapar.
Metal, telas, látex, luces leds y arduino (minicomputadores que en este caso se utilizaron para programar el control de la intensidad de la luz) fueron los materiales utilizados por el diseñador.
“Para lograr esta lámpara de piso, que pretende crear un statement de diseño, se combinó tecnología análoga con tecnología digital, mezclando diseño con programación. En total, el desarrollo de la lámpara duró alrededor de tres meses”, contó el diseñador.
En la competencia ‘LAMP’, el caleño les ganó, en la categoría profesional, a 132 participantes de 80 ciudades de 27 países. En la versión de este año el tema fue el universo.
Esta competencia se realiza cada año en Canadá. Lo que busca es introducir a un público, más amplio, el diseño de iluminación, así como promocionar y conectar a talentos emergentes con nuevos mercados.
Darío Narváez trabaja para la consultora de diseño Curve ID en New York, donde realizó su práctica internacional en el 2011 durante su etapa universitaria. Ahí empezó como diseñador junior, hoy es diseñador senior.
Su función es liderar los procesos de diseño, desde investigación, conceptualización, desarrollo de productos, hasta coordinar toda la parte de manufactura.
Una de sus pasiones es el diseño de automóviles, especialmente tractores de John Deere, la lámpara del agujero negro es su primera incursión en el diseño de iluminación.
“La Universidad forma diseñadores integrales, lo que permite que podamos movernos en cualquier campo y eso me ha permitido gestionar proyectos de diferente especialidad. Además, nos forma para que podamos hablar el lenguaje no solo de diseñadores, sino también hablar con ingenieros, personas de mercadeo, gracias al núcleo común que maneja”, dijo el diseñador.
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