El Gobierno Nacional priorizó a Pradera en el programa de desminado humanitario que ya se ejecuta en otras zonas del país. Es el segundo municipio del Valle en número de víctimas de minas (23 casos) frente a Florida con 60. Luego están Palmira con 12, Buga con 9, Tuluá y Buenaventura con 6, Jamundí con 5, Dagua y San Pedro con 4, y Cali con 2.
Desde 1990 en la región se han contabilizado 256 víctimas (60 civiles y 196 militares) de las minas.
El modelo que se implementará en Pradera será similar al que se aplica en el suroccidente de Antioquia desde el 2013 y que se extenderá a Florida, Tuluá, Buga y Palmira.
“Es el mismo modelo a nivel mundial y básicamente consiste en contratar personas de las comunidades afectadas por las minas. Se les entrena con estándares nacionales e internacionales”, dijo Chris Ince, director de Halo Trust, la organización más antigua de desminado humanitario en el mundo.
En Pradera se iniciará con la ubicación mediante un estudio que consiste en ir casa por casa, vereda por vereda. Después se precisarán los campos de alto impacto, por ejemplo, cerca de las escuelas o en los caminos por donde se transportan los productos de mercado.
Ince dijo que se realiza un proceso de señalización y marcación, y otro de educación en riesgo, hasta poder llegar a los objetivos.
En Pradera ya se inició el contacto con las comunidades indígenas, dijo el jefe de la Misión de desminado humanitario de la OEA en Colombia, Guillermo Leal.
En estos procesos se adelanta la técnica manual de desminado, que se caracteriza por ser lenta y metódica, para no poner en riesgo la integridad de los encargados de la tarea.
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