La noche del jueves, hacia las 9:00 p.m., una joven se movilizaba por la recta Cali-Palmira en un carro de Uber, iba camino al aeropuerto Alfonso Bonilla, pero la Policía detuvo el auto en el primer peaje.
“Fue ultrajada, esculcada y tratada como delincuente. Acto seguido la obligaron a terminar su recorrido hacia el aeropuerto en un taxi normal, debiendo pagar por este transporte 50.000 pesos más”, denunció la madre de la joven.
(Video: ¿Cuál es el problema de las regulaciones de Uber y los taxis?)
“Ese servicio no está autorizado, es un transporte informal y los controles son diarios”, dijo el comandante de la Policía de Carreteras en el Valle, mayor Paulo Botero.
“El carro se para, es una infracción y da para inmovilización. El mismo pasajero puede ser amonestado. Se procedió a una requisa normal”, agregó el mayor Botero, quien aclaró que el caso es motivo de investigación para determinar el procedimiento policial.
De acuerdo con el ministerio de las TIC, ‘las plataformas en el país tienen presunción de legalidad en virtud del principio de neutralidad’, salvo que tengan una prohibición judicial o del Congreso.
En mayo pasado el ministerio de Transporte expidió una Resolución que estableció los requisitos para las empresas propietarias de las plataformas tecnológicas que atienden el servicio público de lujo.
(Además: Uber ahora les permite programar los viajes a sus usuarios)
Para la denunciante, ‘este acto pretende amedrentar a los usuarios de Uber para no usar este transporte hacia el Bonilla’.
Quienes viajen en Uber y sean parados deberán esperar un colectivo que los lleve al aeropuerto. Según la Policía, no les cobrarán el pasaje.
CALI
Comentar