Con una eucaristía presidida por el Arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, familiares y amigos de los 11 diputados sacrificados en cautiverio y de Sigifredo López, el único sobreviviente de este secuestro, conmemoraron 10 años de su muerte.
En la Asamblea, en el recinto de sesiones, de donde fueron sacados los diputados ese 11 de abril del 2002, se colocaron las fotografías de cada uno, incluida la del policía Carlos Alberto Cendales, asesinado el mismo día del secuestro cuando advirtió sobre la situación irregular que estaba presentándose.
En un performance de los estudiantes de arte dramático de la Universidad del Valle, cada cuadro se develó uno a uno, antecedido por una frase del discurso que caracterizaba a cada diputado. Sus hijos salían, lo recibían y lo colgaban en los paneles del recinto.
Sebastián Arismendi, hijo de Héctor Fabio Arismendi, otro de los diputados sacrificados, pidió, en nombre de todos los familiares, un compromiso decidido de la Asamblea y de la Gobernación del Valle en las distintas acciones de memoria y dignificación.
“Hacemos un llamado para que este espacio, en donde tuvo lugar el secuestro de los 12 diputados y asesinato de un integrante de la Fuerza Pública, sea un escenario de memoria, de solidaridad con las familias de estas víctimas, de compromiso por mantener las iniciativas para preservar vivo el recuerdo de estos líderes”, dijo Arismendi.
El ‘Lugar de Memoria’ se proyecta en la Asamblea, el recinto donde fueron secuestrados los diputados.

Fabiola Perdomo abraza a su hija, dos víctimas del conflicto, en medio de los actos conmemorativos
Santiago Saldarriaga
A la ceremonia asistió el subdirector de Reparación Colectiva de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Carlos Vladimir Rodríguez, quien se refirió a los hijos de los diputados como sobrevivientes de un conflicto que nunca debió marcar la vida de una generación.
Rodríguez pidió perdón a nombre de su generación y del Estado del cual hace parte.

Sebastián Arismendi, en nombre de los hijos de los diputados, entre a Sigifredo López, sobreviviente, su fotografía
Santiago Saldarriaga
Frente a lo ocurrido ayer en Bogotá en el Centro Comercial Andino que cobró la vida de tres mujeres. El Arzobispo de Cali dijo que era un campanazo de los violentos.
“El daño que quieren hacer ante el mundo, tratando de hacer que el país siga siendo estigmatizado como tierra de muerte y de guerra. Toda Colombia debe ponerse de pie para decirle a las autoridades que las acompañamos y a estos violentos, que en el país queda proscrita la violencia”, dijo monseñor Monsalve.