Hacía muchos años que no sabían nada sobre sus seres queridos desaparecidos en medio del conflicto armado, algunos no tenían noticias desde hacía 16 años. Pero, la incertidumbre terminó, al menos, para 11 familias de Cauca y Valle.
Ayer, estas 11 familias recibieron los cofres con sus restos óseos. Correspondían a 10 hombres y una mujer. Eran campesinos, otros estudiantes. Las víctimas fueron registradas como desaparecidas entre el 2000 y el 2012 en las poblaciones caucanas de Mercaderes, Toribío y Timbiquí, y las poblaciones vallecaucanas de Buenaventura, Bolívar y Tuluá.
Médicos, odontólogos y antropólogos forenses de la Fiscalía, sicólogos y la Unidad para las Víctimas hicieron parte del equipo interinstitucional que trabajó tres días con los familiares de las víctimas con el fin de mitigar el impacto psicosocial en la entrega de cadáveres, facilitar su proceso de duelo y el restablecimiento emocional y familiar.
Algunas exhumaciones fueron el 2012 y el 2013, otras hace dos años. El trabajo arduo estuvo en la identificación de las víctimas. Ayer las familias partieron a sus sitios de origen con los restos de sus allegados.
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