De blanco se tiñó un amplio sector del sur de Cali. Unos 300 vecinos de la comuna 17 salieron a protestar en la noche del jueves, rechazando la construcción del la terminación del Terminal Sur del MÍO.
Salieron desde la estación universidades para avanzar por la Avenida Simón Bolívar y terminó en Jardín Plaza, con una consigna: “humedal sí, muerte no”.
Además de un ‘abrazatón’, tomados de la mano hicieron giros en el cruce de la carrera 100 con calle 16
Fue su reacción a la Mesa de Concertación que se realizó el miércoles pasado en la Contraloría Municipal y que contó con la participación de ese ente de control, la Procuraduría, Personería Municipal, Metrocali, la CVC, Planeación Municipal y algunos habitantes de la Comuna 17.
A través de un comunicado Metrocali indicó que en esa reunión con voceros de la comunidad donde se “terminaron de despejar las últimas inquietudes”, afirmación que fue rechazada por los líderes.
Rocío Ruiz, presidenta de la JAC de la Urbanización Lili, dijo que no se cumplieron los objetivos.
“Lo que se dice no es real porque no fue una mesa de concertación, solo de seguimiento con los entes de control y no se llegó a nada. Las inquietudes no se resolvieron para nosotros. Siguen diciendo que no se afectará el humedal El Cortijo, pero sabemos que el daño ocurrirá y está ocurriendo en este momento”.
“La CVC ratificó la autorización a la obra y citó a los representantes de la Comuna 17 para el próximo 23 de agosto a una jornada donde explicará en profundidad el alcance de los permisos entregados a Metrocali para desarrollar el proyecto. Se revisará el manejo de la fauna y la flora, así como temas relacionados con la zona de conservación del río Lili y el humedal El Cortijo”.
Por su parte Luz Angélica Bolaños Lenis, expresó que las soluciones ofertadas no podrán reparar el daño causado en este sector.
“No estamos en contra del progreso, pero pedimos una reubicación de esta terminal y no una compensación ambiental, ¿cómo se puede reconstruir un bosque seco - tropical o volver a llamar a las aves migratorias? eso tarda siglos”, dijo.
Nicolás Orejuela, presidente de Metrocali, dijo que gracias a la obra se descubrió un problema que tenía el húmedal y que su intención no es destruirlo.
“Gracias a nuestra obra hicimos visible la afectación al humedal, generada por Jumanaisa, una empresa que nada tiene que ver con MetroCali, la cual construyó mal un dique y fue sancionada por la CVC. Esas son las obras que la comunidad rechaza”, dijo.
Y recalcó los beneficios de la obra, como los 100.000 viajes diarios que ofrecerá esta Terminal una vez entre en servicio, además de los 1.200 empleos que generará durante los dos años de construcción.
CALI
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