Yumbo vive el antes y después de la energía eléctrica. Tan solo cuatro segundos fueron suficientes para derribar la chimenea térmica más grande del país, con 60 metros de altura, creada en 1958 por la termoeléctrica Anchicayá.
Su implosión se realizó después de cuatro intentos fallidos con la utilización de cemento expansivo, en una tarea de la empresa caleña Ultraproyectos de Ingeniería, en conjunto con Atila Implosiones y Demoliciones.
La caída de este gigante dará paso a la primera granja solar de Colombia, construida por Celsia, que en 18 hectáreas tendrá más de 35.000 páneles solares, con capacidad para generar, aproximadamente, lo que equivale al consumo básico mensual de energía de 8.000 viviendas.
El proyecto va en un 60 por ciento de ejecución y en los próximos días se instalarán las estructuras sobre las cuales van montados los módulos fotovoltaicos.