Desde la 1:00 de la mañana se desató un incendio en el interior de la cárcel de Tuluá, que dejaba 51 muertos y 30 heridos. El drama se extendía entre numerosas familias de 1.267 privados de la libertad en esa edificación del área urbana.
El Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) estaba en verificaciones y se esperan las diligencias de levantamiento en el pabellón.
Pero familiares de internos entraron estas tarde en choque con uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, ante falta de noticias.
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La cárcel se localiza en la calle 16 con carrera 29 de Tuluá, ciudad a menos de hora y media de Cali.
En un establecimiento, como sucede con la mayoría de reclusorios del país, con hacinamiento. Allí permanecen 1.267 internos y la sobrepoblación se estima en un 17 por ciento.
A la 1:23 de la madrugada fue reportada una situación complicada en medio de gritos, detonaciones y llamas en la cárcel. Vecinos vieron que el fuego se levantaba en una de las alas de la edificación.
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Familiares de los presos de la cárcel de Tuluá se enfrentaron al Esmad de la Policía.
Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO
Lorena, pareja de uno de los reclusos, le dijo a EL TIEMPO que para ella es ilógico que los mismos presos ahí encerrados prendieran fuego.
"Pues, por mi parte siento una tranquilidad porque sé cómo está mi esposo, pero me da mucho dolor por quienes aún no saben sobre los suyos. Yo alcancé a hablar con él sobre las 3 de la mañana y me dijo que los estaban gaseando. Además, no puedo creer que ellos mimos se hayan incendiado, es algo ilógico, sabían que se iban a quemar", dijo la mujer.
Ella explica que ellos están en el cuarto piso, el último. "Ellos pedían ayuda y gritaban, pero la gente no escuchó nunca las sirenas. Ellos dicen que los gasearon y eso los iba a ahogar más", apunta.

Angustia de familiares de internos de cárcel de Tuluá terminó en choques.
Santiago Saldarriaga
De otro lado, la mujer señaló que las condiciones en las que tienen a los presos en la Cárcel de Tuluá es pésima. "Eso allá los tienen en un estado tenaz, aparte que la comida que les dan es lo peor. Hasta les dan el pollo crudo. También, hace unos días a un muchacho un guardia lo golpeó y tuvo una apendicitis", explica.
Lorena señaló que a su esposo le daban la libertad en dos días, y que como él habían otros que tenían libertad hace dos semanas y nada que los sacaban. "Ahora no sabemos cuán lo van a sacar, lo que sí nos dijeron es que los del patio estaban rebotados y no se querían dejar contar porque ellos saben que fue su culpa lo que había pasado. También nos confirmaron que todavía hay muertos en los baños, que fallecieron por asfixia", dijo Lorena.

Desesperados, los familiares de los reclusos esperan por respuestas sobre el estado de sus parientes.
Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO
El incendio se presentó en el pabellón 8, donde según el Inpec estaban 180 de los privados de la libertad. La mayoría son personas bajo condena o sindicados.
Una versión indicaría que se dio primero una riña, que derivó en la quema de colchonetas y luego el incendio.
La tragedia provocó que a los alrededores de la portería del penal fueran llegando familiares de privados de la libertad en busca de noticias sobre su situación.,
La angustia por conocer identidades de víctimas se notaba en la mamá de Luis Miguel Rodas Santibáñez, un interno. Ella, que lloraba a la espera de información, contó que un preso lo llamó y le dijo que la situación estaba grave.
A Juan David Ceballos también lo estaban buscando sus allegados.
"Busco a Steven", decía el padre de un joven que decidió llegar hasta las afueras del establecimiento.
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En medio de la emergencia, las ambulancias trasladaron internos lesionados o afectados por las llamas hasta centros asistenciales de Tuluá, Buga, Sevilla y Cali.
El Inpec todavía no ha entregado una lista de personas muertas o lesionadas, porque se debe constatar la información de los privados de la libertad y a la espera de las diligencias de levantamientos de cadáveres.
La tarea no es sencilla, según la entidad, porque se debe proceder a constatación por huellas y otros protocolos para determinar listas de personas muertas, heridos y de quienes permanecen entre rejas.
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