El abogado y ecologista Jorge Eduardo Barajas empezó una caminata y también recorridos en bicicleta hasta Bogotá con la bandera de Colombia a su espalda para votar en el plebiscito sobre los acuerdos de paz en La Habana. Dijo que quiere llegar a la capital de la República porque allí tiene su cédula registrada y para hacer pedagogía por la paz.
Barajas emprendió su cruzada desde hace cinco días y ya llegó a Armenia.
El profesional, de 45 años, añadió que hace un llamado a los colombianos por el sí en el plebiscito.
La travesía la inició oficialmente desde la sede de la Asamblea del Valle, un ícono en el centro de Cali, pues de allí las Farc plagió a 12 exdiputados, el 11 de abril de 2002. Cinco años después fueron asesinados en poder de esta guerrilla.
Hace una semana se llevó a cabo una reunión entre delegados de ocho de las 12 familias de los exdiputados en La Habana con voceros de las Farc.
Allí estuvo John Jairo Hoyos, hijo de Jairo Hoyos, quien señaló que las Farc escucharon pacientemente muestras de repudio y rabia por lo ocurrido el 18 de junio de 2007, cuando 11 de los 12 exdiputados fueron acribillados.
"Hubo un llanto común, recordando momentos tan difíciles y esa enorme deuda. Teníamos que mirarlos a los ojos y expresarles nuestro rechazo por esa crueldad. Recibíamos pruebas de supervivencia cada seis meses o un año. Ver ese teatro del horror, de verlos pidiendo un acuerdo humanitario", aseguró.
Hoyos anotó que las Farc pidieron perdón, pero señaló que más que pedir perdón, la guerrilla debe reivindicar la memoria de los diputados, asesinados de 150 disparos. "Nueve atravesaron la humanidad de mi padre", recordó.
La iniciativa de este encuentro fue de Jorge Torres Victoria, alias 'Pablo Catatumbo', quien manifestó la necesidad de realizar este primer acercamiento para hablar con las familias de los exdiputados.
El exdiputado Sigifredo López, el único sobreviviente, estuvo ausente.
Hoyos también se refirió a lo ocurrido con López. Reiteró su rechazo a su secuestro y a su situación, luego de que fue liberado en febrero de 2009. "Él siguió secuestrado pero por las dudas porque quedó con la imagen de que estaba con los victimarios". Dijo, además, que la guerrilla también debe resarcirse con López, porque su nombre quedó en entredicho por el proceso judicial al que fue sometido.
“El acto de petición de perdón debe ser público y debe realizarse en Cali, simplemente porque en Cali se produjo el secuestro, y porque públicas fueron todas las acciones mediáticas que ustedes desplegaron para lograr el malogrado acuerdo humanitario que perseguían con el secuestro. También considero que este importante acto de perdón no puede ser desnaturalizado y correría el grave peligro de ser confundido y mal interpretado si se comete el error de realizarlo antes del 2 de octubre”, dijo López.
CALI
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