Este año los aumentos salariales en Colombia se situaron en un 6,91 por ciento, en promedio. Para el 2017, de acuerdo con las proyecciones de la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip), estarán cercanos al 7,8 por ciento.
El año pasado los aumentos salariales estuvieron muy próximos a la inflación y al porcentaje del salario mínimo legal; el IPC cerró en el 6,7 por ciento y el salario mínimo fue el 7 por ciento.
Así mismo, la ‘Investigación nacional de salarios y beneficios’ de Acrip encontró que el pago promedio a las cabezas de las empresas (presidentes y cargos equivalentes) es de 30,6 millones de pesos, 22 veces lo que reciben los operarios, a quienes este año se les vienen pagando, en promedio, 1,7 millones de pesos. (Además: ¿Cuánto gana? El secreto mejor guardado en las empresas)
Los profesionales están recibiendo 3,4 millones, y los gerentes, 15,4 millones.
Acerca de los ajustes salariales, Lorenzo Ruiz, quien está al frente de la investigación, señaló que “las empresas estuvieron cautas en los aumentos. Sin embargo, registramos que el aumento de la paga variable, es decir, las bonificaciones a los trabajadores, mejoraron, teniendo en cuenta que las empresas han entendido que, definitivamente, orientar los cargos a resultados y el establecer indicadores de resultados permite unos mejores resultados organizacionales y por tanto, una mejora en los ingresos de los trabajadores”.
Del 45 por ciento de las empresas que en el país otorgaban paga variable se pasó a un 56 por ciento en el último año.Las empresas ubicadas en las regiones del Eje Cafetero y Bolívar son las que menos usan la compensación variable por bonos, al contrario de lo que sucede en Bogotá y Medellín, y son las empresas grandes, con un 54 por ciento, y las muy grandes, con un 69 por ciento, las que más recurren a esta práctica salarial.
Según el estudio, el 57 por ciento de las empresas pagan comisiones a su fuerza comercial, y las que más usan esta práctica son las de consumo masivo.
Para esta investigación se analizaron 900 cargos de mil empresas nacionales y multinacionales.
De acuerdo con los resultados, en este país un alto ejecutivo gana 20 veces más que un operario; un gerente, nueve veces más, y un supervisor, tres veces más. Pero los altos ejecutivos representan solo el 1,52 por ciento del personal en las organizaciones, mientras que los operarios son el 38,6 por ciento y son además quienes más se favorecen con los beneficios extras.
Este año, la ciudad donde más se reflejó el aumento salarial fue en Bogotá; se entiende, según los analistas de Acrip, porque allá están muchas de las empresas más grandes del país. El incremento promedio fue del 6,97 por ciento, por encima del nacional. En Cali fue del 6,93 por ciento; en Medellín, del 6,91 por ciento, y en Barranquilla del 6,83 por ciento.
Pero, según el investigador Ruiz, para los más jóvenes hay cosas más importantes que un salario: buscan más compensaciones laborales, más garantías frente al tiempo libre, protección en salud extendida al núcleo familiar, horarios flexibles.
“Hay que estar abiertos mentalmente”, recomendó. (Lea también: ¿Por qué algunos 'millenials' se aburren en sus trabajos?)
La investigación también revela que, en términos de contratación, las vinculaciones a término indefinido representan el 58,3 por ciento, aumentaron cerca del 4 por ciento en relación con el año pasado. Pero ¿qué pasa con el resto, dónde está la equidad contractual? fue uno de los interrogantes que se planteó el estudio.
“Así las cosas, hoy, en el país, las empresas tienen que generar políticas de gestión, orientar cargos a resultados, establecer mejor el plan estratégico, revisar estructura organizacional. Pero, sobre todo, si las políticas de gestión de talento humano están orientadas al desarrollo de los trabajadores, a la capacitación, a establecer niveles de equidad en términos contractuales, en términos de oportunidad, la economía y los trabajadores tendrán mejores resultados. Este es el llamado que les hacemos a todos los empresarios, a mejorar sus políticas de gestión del talento”, agregó Ruiz.
De acuerdo con el análisis de Acrip, este año se cerrará con una inflación cercana al 7,5 por ciento; y es probable que el aumento en el salario mínimo legal por el Gobierno se sitúe en el 8,3 por ciento.
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