Su sonrisa brilla tanto como el oro de su medalla. Es la imagen de Mauricio Andrés Valencia Campos, que llenó las páginas de los medios y redes sociales de Colombia destacando su logro en los pasados Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro.
De 28 años, nacido en Villavicencio, desde niño empezaron sus limitaciones en movilidad pero no sus sueños de superación. Poco después de terminar el bachillerato se trasladó a Cali, donde encontró apoyo deportivo. Desde hace seis años representa al Valle en torneos nacionales y luce orgulloso la camiseta de la selección Colombia en torneos paralímpicos.
En los Juegos de Río, el 11 de septiembre pasado, logró un lanzamiento de 11 metros 10 centímetros en bala, distancia que le mereció una medalla de bronce. Al poco tiempo, el día 15, hizo 36,65 metros en jabalina F34.
Estos logros los alcanzó desde una silla diseñada especialmente para él por un equipo de la Universidad Nacional, sede Palmira (Valle), a la cual le instaló algunos aditamentos.
Se trata de una estructura metálica, con refuerzo en fibra de vidrio, un sillín y un sistema de inmovilización de pies, rodillas y cadera, especial para deportistas en condición de discapacidad.
Fue creada por los estudiantes Erick Daniel Cárdenas, Hollman Arley Ospina y Laura Milena Martínez, con la guía de las profesoras Patricia Herrera Saray y Eliana Castro, del departamento de Diseño Industrial de la Unal y el grupo de investigación Ergonomía y Sustentabilidad.
La llamaron Centaurum, y Mauricio le agregó apellidos: Black Kraken. Centaurum, en alusión a la mitología griega que habla de un ser mitad corcel y mitad humano. Black por su raza, “y luego, tras unas adaptaciones que le hice para ajustar las piernas con varias correas, le agregué el Kraken, tomado de la mitología escandinava que habla de un pulpo que arrastraba al fondo del mar las naves”, comenta Valencia, con su amplia sonrisa.
El deportista olímpico dice que la silla está hecha en acero y carbono debido a su peso, 87 kilos, con ajustes en torso y piernas. “Es ‘cero fuga de fuerza’, por eso los ajustes y sillín para los pies; pesa unos 21 kilos y va conmigo a todas las competencias”, destaca.
Valencia Campos, tecnólogo en sistemas, es récord nacional, triple récord continental (bala, jabalina y disco), plusmarquista y campeón parapanamericano (bala, jabalina y disco), bronce en jabalina en el mundial de Lyon (Francia) 2013, tres oros en Juegos Suramericanos Chile 2014, subcampeón en los Panamericanos 2015 de Toronto (Canadá) y triple medallista del mundo en Doha (Qatar) 2015.
El proyecto arrancó en el 2014, cuando las profesoras Herrera Saray y Castro participaron en la Convocatoria del Programa Nacional de Semilleros de Investigación, Creación e Innovación de la Universidad Nacional, en la modalidad de proyectos de pregrado. Recibieron 10 millones de pesos para desarrollar su idea y diseñaron ocho sillas para la Escuela Nacional del Deporte, con sede en Cali. Algunas fueron para actividades de lanzamiento (bala, disco, jabalina) y otras para realizar ejercicios. Dos fueron diseñadas específicamente para los atletas paralímpicos Valencia y Fernando Tyson Mina.
“Este tipo de sillas son diseñadas en forma personalizada, ya que buscan responder a las necesidades específicas de la discapacidad y, a su vez, a la práctica deportiva del usuario”, dice la UN.
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