“De repente sentí frío en el cuerpo cuando vi por primera vez a Fabiola Perdómo frente a mí. Fueron segundos de una desazón grande al pensar que las cosas no debieron terminar de esa manera”
Son las palabras de Gustavo Cardona Arbelaez o ‘Santiago’, excombatiente de las Farc, al referirse a su encuentro ayer con Fabiola Perdomo, esposa del asesinado exdiputado Juan Carlos Narváez.
Cardona fue uno de los encargados de la toma y secuestro de 12 diputados del Valle en abril de 2002, de los que 11 murieron.

Gustavo Cardona Arbelaez o alias ‘Santiago’, unido en un abrazo de reconciliación con Monseñor Darío de Jesús Monsalve.
Juan Pablo Rueda / El Tiempo
“La vida de los diputados no debió acabar en el monte, ese acto nos duele profundamente”, precisó.
Cardona Arbeláez hizo parte del encuentro ayer de víctimas y victimarios que se unieron en una eucaristía en la Catedral de Cali tras cumplirse un año de la firma del Acuerdo de Paz en la Habana. “Siempre buscamos el canje humanitario pero la actitud deshumanizante del gobierno de turno no lo permitió, hoy reconocemos ese error con dolor”, dijo.

El Arzobispo Darío de Jesús Monsalve pidió que no se mutilara más a las víctimas como se mutiló el cuerpo de Cristo.
Juan Pablo Rueda / El Tiempo
Con velas, banderas y ropa blanca la catedral estaba impregnada de un ambiente de perdón con los protagonistas de una guerra de más de 50 años y que compartían escenario en la homilía presidida por monseñor Darío de Jesús Monsalve.
Con lágrimas, Fabiola Perdómo recordó a su esposo en un día que fue de recuerdos dolorosos pero a su vez de satisfacción por la paz alcanzada.
“Juan Carlos estuvo aquí, en este momento, su vida fue una de las cuotas para que hoy existiera la paz, esa misma con la que él soñaba. No es fácil tener de frente al causante de este dolor pero a este ejercicio debemos acostumbrar, no solo como víctimas, sino como colombianos que queremos dejar una Colombia en paz y reconciliada”, dijo Perdomo, quien agregó “no nos podemos dejar morir, por la sed de venganza de unos cuantos, el anhelo de un país”.

Los adultos llevaron los más pequeños a la eucaristía.
Juan Pablo Rueda / El Tiempo
Cuando el órgano de la catedral hacía sonar sus notas musicales en la alabanza, algunos no resistieron las lágrimas.
Monseñor Monsalve recalcó la importancia de mantener vivos los acuerdos.
“No permitamos que otros humanos sean inmolados y mutilados como lo fue Cristo, solo por unos que se niegan a la paz (…) debemos exigírselo a quienes hoy desean el mandato popular para que respeten el derecho a la vida”, dijo.
Agregó que “La paz es una bandera colectiva que debemos ondear y rescatar de una democracia desentendida de la vida, de la verdad, del ciudadano y campesino excluido, porque una democracia clientelista, secuestrada y una guerra permanente, son la sepultura del país”

Las víctimas tuvieron varios momentos de nostalgia.
Juan Pablo Rueda / El Tiempo
Erlendy Cuero, líder afro y víctima de la violencia en el municipio de Buenaventura, pidió unidad frente a los excombatientes de las Farc.
“No podemos celebrar cuando ustedes mueren o cuando muere un soldado, no podemos celebrar más víctimas, hoy debemos unirnos pues no sirve de nada la lucha armada que no construye sino que crea más diferencias”, dijo.
MARIO BAOS
Redactor EL TIEMPO Cali