“Con todo el respeto que merece la actividad empresarial, nosotros no vendemos ni fabricamos camisas, ni zapatos, ni gaseosas; nosotros generamos conocimiento y formamos ciudadanos y para eso necesitamos un Estado socio de nosotros porque la universidad privada, en últimas, está supliendo de una manera manifiesta errores que debería está cumpliendo el Estado”.
De esa manera, el rector de la Universidad Autónoma del Caribe, Ramsés Vargas Lamadrid, llamó la atención para que las universidades privadas del país no sean medidas con el mismo rasero dentro de la reforma tributaria que está reglamentando el Gobierno Nacional.
La posición, expuesta en un foro organizado el pasado lunes en Bogotá por la Uniautónoma y la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), tiene su origen en que la reforma tributaria obligaría a los estamentos universitarios privados a rendirles cuentas a la Dirección de Impuesto y Aduanas Nacionales (Dian) “con unas normas difusas que las pondría hacer pasar de pagar 0 (cero) al 40 por ciento”, en impuestos.
Vargas manifestó que la nueva reforma pone a las universidades en una posición no acorde con su naturaleza de prestadoras de un servicio público de educación.
Por su parte, la presidenta de Ascun, María Lozada, dijo que las universidades privadas, a pesar de estar dentro del grupo las organizaciones sin ánimo de lucro cumplen un papel diferente a las que están enmarcadas con ese rótulo. Recomendó ampliar la discusión de la temática.
“El gran problema es que el legislador empaquetó a todas las entidades sin ánimo de lucro en un mismo sitio y dentro de esas cayeron las universidades. Cuando hablo de zancadillas es porque crearon una cantidad de carticas, informes, certificaciones, que de pronto, frente a la ausencia de una de ellas, pues la universidad sale del régimen tributario especial y entra al régimen ordinario”, indicó, por su parte, Andrés Medina Salazar, experto en tributación y profesor de las universidades Externado y Uniautónoma.
Medina y los participantes en el foro, cumplido en el Metropolitan Club de Bogotá, calificaron de “zonas grises en la reforma” lo relacionado con las entidades sin ánimo de lucro.
De allí que el llamado al Gobierno Nacional y a la Dian es que socialicen de manera amplia la reglamentación que debe darse y que tiene que ver con las universidades privadas.
BARRANQUILLA
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