La 'teolocura', así fue bautizado el sentimiento de emoción que ha causado en la hinchada del Junior la contratación de Teófilo Gutiérrez. Pero este lunes festivo, mientras el jugador era presentado ante más de 45.000 personas que se dieron cita en el estadio Metropolitano, las autoridades reportaron graves desordenes en los alrededores del escenario deportivo.
Como lo demuestran varios videos en diferentes redes sociales, los desmanes ocurrieron en el corredor de la calle Murillo y ameritaron la presencia de uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), quienes se vieron obligados, incluso, a lanzar gases lacrimógenos.
Además, el sistema integrado de transporte masivo, Transmetro, reportó que por lo menos dos de sus buses fueron blanco de vándalos que les lanzaron piedras. Los vehículos afectados fueron los TM23025 y TM21009, cuyos vidrios de las puertas principales fueron rotos.
“Estos hechos dejaron a dos usuarios heridos, quienes resultaron con contusiones en brazos y piernas”, dijo la empresa.
La 'teolocura', así fue bautizado el sentimiento de emoción que ha despertado en los hinchas junioristas la llegada de Teófilo Gutiérrez como refuerzo del equipo barranquillero.
Foto:
Guillermo González/EL TIEMPO
Ante las alteraciones de orden público en las cercanías al estadio Metropolitano, la empresa suspendió temporalmente la operación del sistema.
Pero, sin duda, el momento más peligroso fue el desplome de la barandas de una de las graderías ante la histeria colectiva que desató que el exjugador de Rosario Central se quitara la pantaloneta para obsequiársela a los hinchas.
El atacante iba semidesnudo, ya que había regalado toda su indumentaria y hasta sus guayos. De repente, cuando iba bajando las escalinatas que conducen hacia la cancha, una de las barandas de la tribuna occidental baja se desprendió ante la presión de un grupo de hinchas que quería ver de cerca a su ídolo.
Varios hinchas quedaron colgando de la baranda y otros cayeron, pero fueron amortiguados por los agentes del orden y otras personas que escoltaban al jugador. El saldo fue dos aficionados heridos, los cuales fueron atendidos por voluntarios de la Cruz Roja.
Mientras tanto, en las afueras del estadio Roberto Meléndez, varios automóviles particulares fueron apedreados.