La recuperación de los parques en la capital del Atlántico ha despertado una cultura que sobrepasó los cálculos de las autoridades distritales.
La llegada masiva de los ciudadanos a estos espacios públicos motivó el reencuentro familiar y de amigos, los hábitos saludables, el ejercicio a cielo abierto y una cantidad de programas que han llevado a algunas de las dependencias del Distrito, como Salud, Foro Hídrico y la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo, a realizar actividades para el bien de la comunidad (que también por iniciativa propia se dio a la tarea de realizar pinic, algo no común en la ciudad).
Además de la recreación, que se puede observar en cerca de los poco más de 50 parques restaurados de los 70 del plan que inició la exalcaldesa Elsa Noguera y que sigue el alcalde Alejandro Char –con inversión superior a 130 mil millones de pesos–, el deporte no podía faltar.
Es así como en el parque del barrio Los Andes el fútbol tiene cabida propia entre los niños. Y todo porque Armando Olmos, un licenciado en educación física que trabaja con la Secretaría de Recreación y Deportes que administra la cancha de microfútbol, vio la necesidad del espacio para los niños.
“Pasaba por el parque y los niños no podían hacer uso de la cancha debido a que los adultos no los dejaban”, dice Olmos.
“Algunas madres sostenían que desde la inauguración los niños no podían ingresar a la cancha. Entonces decidí hacer en noviembre un curso vacacional de fútbol, gratis, sin que los menores pagaran inscripciones ni mensualidad. Y menos implementación. Y dio resultados”, agrega.
Durante estas vacaciones, cerca de 80 niños, divididos en dos grupos (4-6 años van miércoles y viernes; los de 11-15 años, martes y jueves, por la tarde) asisten con entusiasmo y se volvió en un proyecto social que cuenta con el apoyo de la Secretaría. Padres de familia observan, como también los adultos que antes impedían el ingreso de los menores.
“Ellos entendieron y respetan el horario de niños. Quiero darles la oportunidad a niños de escasos recursos sin cobrar nada, a diferencia de las escuelas existentes”, sostiene Olmos, vecino de Los Andes.
Para ello, dice, necesita implementos, como conos, platillos, aros y balones.
¿Pero solo es fútbol?Olmos expresa que inicialmente sí, para fortalecer ese deporte con muchos adeptos, pero que buscando diversidad deportiva quiere ampliar el panorama.
“Quiero abrirlo pronto a otras disciplinas y creo que se puede hacer sin problema. Los niños quieren deporte y se puede dar”, manifiesta.
El deporte, lógico, tiene cabida en este regreso del barranquillero a sus renovados parques.
BARRANQUILLA