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Barranquilla

La ‘seño’ Mirian, la docente afro que mantiene viva su cultura

La profesora Mirian Díaz se las ingenia para encontrar tiempo y espacios para enseñar la cátedra de estudios afrocolombianos

La profesora Mirian Díaz se las ingenia para encontrar tiempo y espacios para enseñar la cátedra de estudios afrocolombianos

Foto:Carlos Capella/EL TIEMPO

Mirian Díaz se las ingenia para enseñar la afrocolombianidad en colegio de Barranquilla. 

Andrés Artuz
Es hora de recreo, en plenas 9:20 de la mañana en la Institución Educativa Distrital San José, en el barrio del mismo nombre, en el sur de Barranquilla.
Avanza el miércoles y mientras unos 500 niños revolotean por los patios y rincones del colegio, en una de las aulas apartadas del tercer piso de la edificación de cemento, donde el silencio es sepulcral, 12 estudiantes de grado once escuchan con atención a la profesora Mirian Díaz.
Ella, de vestido largo amarillo con negro estampado con piel de tigrillo, turbante y collares de piedras grandes de colores, les enseña palabras y a conjugar verbos en lengua palenquera. Solo le quedan unos pocos minutos antes de que vuelva a sonar la campana que indica que llegó el momento de volver a clases regulares.
“Bolokó significa beso y ñakunga: mujer. Ahora armen una oración con esas palabras”, les ordena a sus alumnos para avanzar, lo que alcance, en los distintos temas que componen la cátedra de Estudios de la Cultura Afrocolombiana en la que la mujer, de tez negra y cadencia en todo lo que hace, le apuesta a ciegas, pese a lo difícil que a veces le resulta.
Se las tiene que ingeniar para encontrar espacios en los que pueda reunirse con quienes se interesan en aprender sobre la cultura afro, aunque sabe que no debería ser así, dado que el Gobierno, mediante la Ley 115 de 1994, obliga la puesta en marcha de la Etnoeducación, programa que apoya y promueve la formación para grupos étnicos.
Una de las funciones principales de la Etnoeducación es velar por el cumplimiento de las leyes y reglamentos que rigen la educación educativa de las poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.
En todo caso, la ‘seño’ Mirian, como cariñosamente le dicen, no flaquea y entre más insiste igual crece la población que se interesa en conocer sobre la cultura y los distintos temas que giran alrededor de la afrocolombianidad.

La rectora entrante ya se dio cuenta de la importancia de esta cátedra y de apostarle a la Etnoeducación: eso es un logro

Se le hincha el corazón en cada jornada porque la mayoría de los que optan por acudir a sus convocatorias no son de raza negra.
“Ese para mí es el verdadero trabajo, porque los estudiantes que yo describo como blancos mestizos son los más preocupados por aprender sus raíces para conocer de dónde vienen y de ahí sí entender hacia dónde van”, explica.
En la IED San José, la cátedra de estudios de la cultura afrocolombiana había sido abordada como asignatura, pero hace unos años, en un cambio de administración dejó de serlo para convertirse en un módulo de proyecto electivo.
Lo anterior no ha sido impedimento para que el total de la población estudiantil, unos 1.200 niños, se involucren en las distintas actividades que se planean.
“La rectora entrante se dio cuenta de la importancia de esta cátedra y de apostarle a la Etnoeducación. Ya me llamó y me dijo que vamos a fortalecerla, lo cual considero un gran avance”, destacó la profesora, quien ya culminó sus estudios de doctorado.
Gabriela Román, una de las estudiantes que asiste al programa de Etnoeducación en el IED San José, asegura que en la medida en la que ha avanzado en los temas ha aprendido a valorar más la historia y las costumbres de esa población que, en el país, sobrepasa el 30 por ciento de su total, incluso, el grupo étnico de migrantes que más se asentó en ciudades como Barranquilla no fue el de los arabes, alemanes o italianos, sino el de los negros, según lo referenció a esta diario el rector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel.
“Nos enseña a conocer nuestras raíces. Ahondamos en nuestro árbol genealógico y detectamos quiénes fueron nuestros ancestros.
Este baúl simboliza la sabiduría de Mareka, una mujer afro que le enseñó mucho a la profesora Mirian Díaz. Está lleno de libros.

Este baúl simboliza la sabiduría de Mareka, una mujer afro que le enseñó mucho a la profesora Mirian Díaz. Está lleno de libros.

Foto:Carlos Capella/EL TIEMPO

La importancia de conocerse

La profesora Mirian recordó que el interés de mantener viva una cátedra con esas características nació en su etapa de adolescente, entre los 16 y 17 años, el día en el que, en el sepelio de su padre, no le fue difícil llorarlo como se hace en lumbalú, el ritual funerario de la cultura palenquera en Colombia.
Antes de aquel momento, lo que le interesaba era aparentar ante sus compañeras blancas y mestizas que era igual a ellas.
“Supe ese día que era diferente, pero igual en la diversidad. Que tenía mucho por lo que sentirme orgullosa para no convertirme en una persona impostada. Incluso, no entendía por qué mi afán de alisarme el pelo o de mi papá en que no hablara palenquero. Al conocerme pude valorarme”, sostuvo la educadora.
En ese colegio, enclavado en el barrio San José, a unos metros del CAI de Policía donde el 27 de enero pasado un atentado con granada dejó 5 agentes fallecidos y 41 heridos, la ‘seño’ Mirian enfatiza en que el conocimiento que transmite a sus alumnos contribuye, también, en el cimiento de la paz y la sana conviviencia.
Un espacio de la cátedra, denominado Justicia y Desarrollo de estrategias para la paz desde la poesía, logra que los muchachos, leyendo a autores afrocolombianos, construyan textos que toquen el tema.
“También soy poeta y mi producción literaria también sirve de ejemplo para los estudiantes. Tengo el deber conmigo misma de enseñarles la literatura de personajes como Candelario Obeso, Jorge Artel y Faustino ‘Cho Fao’ Torres, entre otros”, anotó.
En el ámbito musical, de la mano de la ‘seño’ Mirian, los alumnos exploran canciones de distintos autores en ritmos tradicionales como el bullerengue y la chalupa, entre muchos otros.
“Construyo paz desde el momento en el que enseño a entender y a conocer esta cultura. De esta manera, seguro que nos respetamos. Estoy optimista de conseguir más apoyo y masificar esta cátedra tan necesaria”, agregó mientras se colocaba el turbante encima de unas trenzas teñidas de púrpura.
La ‘seño’ Mirian seguirá sin freno dando a conocer su cultura y lo rico de la diversidad.
a ‘seño’ Mirian está interesada en sacar un diccionario Palenquero-Español.

a ‘seño’ Mirian está interesada en sacar un diccionario Palenquero-Español.

Foto:Carlos Capella/EL TIEMPO

ANDRÉS ARTUZ FERNÁNDEZ 
REDACTOR DE EL TIEMPO
BARRANQUILLA.
Andrés Artuz
icono el tiempo

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