Árboles caídos, vías obstruidas, interrupciones en el fluido eléctrico, establecimientos comerciales inundados, daños en viviendas y temor fue lo que dejaron dos aguaceros que golpearon a Barranquilla, entre la tarde del domingo y la madrugada del lunes. Ambos llegaron acompañados de descargas eléctricas, y fuertes vientos.
Hubo lluvia intensa en una parte de la ciudad la noche del domingo, pero arreció en la madrugada, al igual que en el resto del departamento del Atlántico. El sábado se había inundado parte del corregimiento La Playa, en Barranquilla.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) dijo que el invierno se intensificará en el Caribe, en especial en Córdoba, sur de Sucre y de Bolívar, norte de Magdalena, occidente de La Guajira y las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
En el caso de Barranquilla, el Ideam vaticina “lluvia en diferentes sectores”; mientras que el Centro de Investigaciones del ramo adscrito a la Dirección Marítima (Dimar) pronostica que habrá “lluvias ligeras” en horas del día y la noche.
Entre los estragos que dejaron los aguaceros se destacan la caída de varios arboles de gran tamaño en diferentes zonas de la ciudad, que afortunadamente no dejaron víctimas.
Entre tanto, en la carrera 21, donde avanza la canalización del arroyo, la fuerte corriente socavó cuanto encontró y arrastró parte de los materiales. Algo parecido pasó en las obras del arroyo de La Felicidad, en el Barrio Abajo, centro de la ciudad.
En la zona de La Virgencita, hacia el aeropuerto de Soledad, Atlántico, un bus de Alianza Sodis que trataba de pasar por debajo del puente, terminó atascado en una laguna hasta bien entrada la mañana. Algo similar pasó con un furgón en la carrera 13 con calle 54, en un hueco en la vía.
También hubo inundaciones transitorias en el municipio de Malambo, área metropolitana de Barranquilla.
La empresa Electricaribe reportó afectaciones en la subestación Arroyo de Piedra y los circuitos Candelaria, Polonuevo, Baranoa y Pital. La gerente de la electrificadora en Atlántico, Betty Yadira García, dijo que tuvieron que duplicar el trabajo de las cuadrillas para atender los casos.
BARRANQUILLA
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