Efraín el 'Caimán' Sánchez, leyenda viviente del fútbol colombiano, desea estrechar la mano del papa Francisco en su visita del 10 de septiembre a Cartagena, aunque sea unos segundos.
El exarquero, nacido en Barranquilla hace 91 años y residente en Bogotá, espera ser incluido en la lista de personas, ya sea del Gobierno o de la Iglesia católica, que tendrán ese honor.
"Si Francisco sabe de mi existencia, seguramente también querrá saludarme en algún momento", le dijo Sánchez a este periodista de EL TIEMPO, durante una entrevista en marzo del 2013, días después de que el cardenal argentino se convirtiera en el primer Papa nacido en América.
De niño, cuando respondía al nombre de Jorge Mario Bergoglio, el Papa confesó que iba a observar los partidos de fútbol de su equipo favorito, al cual sigue aún hoy: el San Lorenzo de Almagro.
El 'Caimán', tercer futbolista colombiano exportado (tras sus amigos barranquilleros Roberto el 'Flaco' Meléndez y Fulgencio Berdugo, en su orden, enviados al Centro Gallego de Cuba en 1941), actuó en 20 partidos como titular del San Lorenzo entre abril de 1948 y agosto de 1949, hasta cuando las huelgas se tomaron el fútbol de Argentina y facilitaron el nacimiento de la época de 'El Dorado' en Colombia.
"El Papa me vio jugar en Buenos Aires", sostuvo esa vez Sánchez, que debutó en el fútbol argentino cuando tenía 22 años y el niño Bergoglio ya había cumplido los 11.
Luego de una gran actuación en el Torneo Suramericano de Guayaquil (Ecuador), a finales de 1947, siendo futbolista aficionado (en Colombia no había torneo rentado todavía), Sánchez llegó al fútbol argentino como el primer colombiano en una liga grande del mundo por recomendación del estelar delantero de la selección gaucha en ese torneo, René Pontoni, que más tarde militó en el Independiente Santa Fe de Bogotá.
Un gol de Pontoni con la camiseta de San Lorenzo lo recuerda el Papa con una frase que lo identifica en el mundo como hincha del fútbol y del equipo: "Casi merecería un Premio Nobel".

El Papa Francisco muestra una camiseta del San Lorenzo, el equipo de sus amores.
EFE
Sánchez regresó de Argentina con el apodo con el cual es mundialmente reconocido: 'Caimán', puesto por un periodista argentino que rotuló una entrevista suya con el titular 'El Caimán nos lo envían desde Barranquilla', por el coro de una popular canción del colombiano José María Peñaranda que se había tomado al mundo hispano: "Se va el caimán, se va el caimán / se va para Barranquilla".
"Mi padre dice que si lo invitan a ver al Papa, va, con mucho gusto, a Cartagena", le dijo a este diario Carlos Sánchez, uno de los hijos del exfutbolista, que reside en el norte de la capital del país y que lleva una vida tranquila, sin dejar de realizar de manera diaria sus ejercicios físicos.
La visita de Francisco, primera a Colombia como Papa, comienza el 6 de septiembre en Bogotá, seguirá el 8 a Villavicencio, luego el 9 a Medellín y el domingo 10 llegará a Cartagena, donde visitará barrios marginados socialmente. Igualmente, estará en el santuario San Pedro Claver, la catedral Santa Catalina y celebrará una eucaristía en los muelles de Contecar.
Sánchez es muy católico y le gustaría ver al Papa con su esposa, Ximena Hernández, de 88 años, con quien lleva una relación de 75 años, 68 de estos casados. Francisco ha elogiado en público los matrimonios duraderos.
"No queremos levantarle falsas expectativas, porque si no se da la oportunidad, entonces el 'Caimán' se sentiría mal. Él quiere saludar al Papa, primero porque es católico y, segundo, porque Francisco, como él sostiene, seguramente lo vio jugar de niño defendiendo el arco de San Lorenzo", finalizó el hijo de la leyenda del fútbol colombiano.

Atrapada de lujo del 'Caimán' Sánchez durante el partido de ida contra Perú, en Bogotá, en las eliminatorias al mundial Chile 62.
Archivo / EL TIEMPO
ESTEWIL QUESADA FERNÁNDEZ
REDACTOR DE EL TIEMPO
BARRANQUILLA