Bucaramanga. De “absurdo” e “ilógico” han calificado un alto número de bumangueses el nuevo esquema de pico y placa, que entró en vigor en la capital santandereana el lunes de esta semana.
Tan pronto comenzó a regir la controvertida fórmula de restricción para la movilidad de vehículos en la ciudad, se encendió una polémica que enfrentó a algunos gremios afectados con la Alcaldía, la cual, a través de esta medida, propuso restringir drásticamente el tránsito de carros y motos por el centro de la ciudad.
La disposición ha generado malestar, especialmente, porque en esa área la restricción vehicular será de cinco dígitos diarios y aplicará para carros con placas terminadas en números par durante las fechas pares y para los automotores de placas terminadas en números impar en las fechas impares, algo que, según los comerciantes, disminuye las ventas de una manera abismal.
Al respecto, el director de Tránsito de Bucaramanga, Miller Salas, explicó que la limitación del flujo vehicular en dicha área apunta a reducir en un 50 por ciento la circulación de carros y motos.
El funcionario dijo que la modificación del pico y placa anterior, que operó hasta el 16 de diciembre, era necesaria, dado que “el número de carros y motos que transitan por el centro es muy superior al que está permitido”.
Añadió que actualmente en esta franja del municipio hay más de 108 parqueaderos con capacidad para 2.600 motos y 1.300 carros. Sin embargo, son 10.000 vehículos los que se movilizan en hora pico por esta zona, lo que hace que los estacionamientos no tengan suficiente espacio.
Aunque el nuevo esquema se encuentra en fase pedagógica, hay quienes dicen que su implementación ya comenzó a afectar el bolsillo de los comerciantes.
Según Fenalco, la primera jornada de restricción significó pérdidas de más del 50 por ciento para empresarios y el comercio de la zona céntrica.
En medio de la polémica, los inconformes han instado a que se cambie o se reduzcan los dígitos o, por el contrario, se mantenga la medida como venía funcionando en el 2016.
Sin embargo, pese a que se generó un espacio de diálogo con funcionarios de la Alcaldía, aún no se ha logrado un consenso sobre el asunto.
“Esperamos que el alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, dé una medida definitiva, que se siente con los gremios a buscar una solución que no afecte a la economía ni a los comerciantes”, señaló Alejandro Almeyda, director ejecutivo de Fenalco en el departamento de Santander.
Por su parte, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, Juan Camilo Beltrán, manifestó que la falta de movilidad en el centro se debe a que “no hay autoridad que diligencie desde la Dirección de Tránsito”, al momento de ejercer control vehicular.
A este debate también se unió el Concejo Municipal, a través de su presidente, Jaime Andrés Beltrán.
El concejal solicitó a las autoridades locales congelar la limitación del flujo vehicular en la zona centro por un mes y desarrollar, al tiempo, un estudio técnico sobre el tráfico y generar actividades de educación vial.
Manolo Azuero, jefe de Gobernanza de la Alcaldía, aseguró que, basándose en las experiencias de otras ciudades, la administración local quiere dar un parte de tranquilidad a los ciudadanos para que se convenzan de que “a corto y mediano plazo, esta medida va a beneficiar al comercio”.
Marchas en contra de la medidaDurante la noche del martes y la jornada de ayer, comerciantes de la ciudad protestaron frente a las instalaciones de la Alcaldía de Bucaramanga en contra del nuevo esquema de pico y placa.
Yessica Páez, propietaria de dos negocios en el centro, dijo que todos los comerciantes están afectados, “porque esto es una arbitrariedad que nos está tocando el bolsillo a todos. No han entrado motos a los parqueaderos, no han vendido los que tienen establecimientos de ropa y joyería y no somos uno, somos todos”, precisó.
Hoy se espera un encuentro entre el primer mandatario de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, y los comerciantes.