En Santa Lucía, sur del Atlántico, no solo están viendo crecer el nivel del Canal del Dique de una manera inusual, sino que están viendo aparecer, en patios y solares, el barro de la humedad de lo que piensan es una filtración.
"Sí, es cierto: el Fondo de Adaptación lideró la instalación de un colchacreto protector y eso se le agradece al Gobierno -dice doña Emma Cañas-, pero sería bueno ponerle vigilancia noche y día al canal, porque en cualquier momento, puede ceder".
“En el 2010, la ruptura fue por donde no había gente, pero esta vez, podría ceder por el mismo centro del pueblo, y sería un tragedia peor. Se puede evitar. Eso es lo que estamos pidiendo”, dijo.
Toca reforzar, mejor dicho, porque por alguna parte, bajo el suelo, se está filtrando el agua, aseguró.
Es una situación que se viene evidenciando desde hace seis meses, cuentan, que lleva toda la vida, y que nunca habían visto tanto volumen de agua transportado por el canal, superando niveles históricos. “Está pasando más agua que de costumbre”, manifestó.

En los patios de algunas casas, ya se presentan filtraciones de humedad.
Cortesía Emma Cañas
Porque lo histórico (y eso coincide con la época en que ocurrió la tragedia del 2010) es que en octubre, con el periodo de lluvia, suba por segunda vez el nivel del agua y en diciembre, comience a bajar. Pero estamos en julio, y está subiendo desde hace rato, de manera ininterrumpida.
Joaquín Celedón, otro habitante de Santa Lucía, aseguró que el agua se está resumiendo por el suelo sobre todo por el sector de Barrio Abajo, cerca de la Alcaldía y por el Matadero Municipal.
Él, igual que doña Emma, sugieren poner unos vigías del canal y se haga un nuevo recorrido de autoridades que permita verificar la gravedad del asunto. “Nadie más que nosotros conoce la situación, y de verdad que estamos angustiados”, dijo Celedón.
El Fondo Adaptación ha insistido en que mantiene permanente monitoreo en el canal del Dique a partir de 15 estaciones de medición, las cuales, en tiempo real, le proporcionan información de las condiciones con el fin de generar alertas tempranas.
Pese a la preocupación de Santa Lucía, el mensaje es que “pueden estar tranquilos porque las obras asociadas al sector de la Plaza Son de Negros (300 metros) que era el punto crítico, ya está protegida”.
Esa es justamente el tramo de protección con colchacreto que en las fotos enviadas desde Santa Lucía dan cuenta de que el agua está a punto de pasar por encima.
El último balance entregado por el Fondo de Adaptación indica que van más de 15 mil metros de dique intervenidos, con una intervención, hasta ahora, que supera los 327 mil millones de pesos.
JAVIER FRANCO ALTAMAR
Redactor de ADN
BARRANQUILLA
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