Entrar bajo las órdenes de la Ley 550, o de quiebra, es la única opción que tiene en estos momentos el Hospital Universitario Cari ESE para mantenerse a flote y no ser intervenido o liquidado.
Es decir, el proceso de reestructuración de pasivos le permitiría aliviar al Cari de embargos, intereses y reclamos que obedecen a una deuda que supera los 90.000 millones de pesos.
La idea, que es una propuesta que tiene eco en sectores como el Comité Intergremial del Atlántico, fue acogida y analizada ayer por la junta directiva del Cari.
En ella se acordó que se iniciará el estudio para antes de un mes presentar la propuesta formal al Ministerio de Hacienda, que es la que toma la decisión final.
$90.000 millones es la deuda que arrastra el Hospital Universitario
“Tenemos que hacer un estudio en que se haga análisis de la cartera, los pasivos, y un estudio de mercado que amerite la viabilidad del hospital y con esto se hace la solicitud al Gobierno Nacional de inclusión (a la Ley 550)”,
Tabla de salvación
La gerente del Cari, Rocío Gamarra, aseguró que un estudio realizado dentro del hospital, con base en el registro histórico de sus finanzas, definió que desde el 2013 el Cari presenta pérdidas marcadas que van en aumento.
El funcionario explicó que este medida permite reorganizar al hospital, blindarlo de embargos y procesos judiciales que hacen difícil la gestión.
“Cuando le llega la plata al hospital se hace imposible pagarle a todos”, subrayó Muñiz, quien volvió a llamar la atención por la forma cómo los hospitales del Departamento se están afectando porque no les están pagando el giro directo ni completo.