Cualquier motivo, ningún motivo. Nada hace falta para buscar a un amigo. Solo el deseo de escucharlo, de hablar, de reír, de desahogarse, de darle una mano, un golpe en la espalda, de cantar, de compartir un buen plato. Al final, lo importante es celebrar que somos amigos.
Cada día valoro más a los míos. A los que he cuidado y cultivado a lo largo de los años, a los que he heredado de otros amigos, a los que me ha dejado el colegio, la universidad, el trabajo… En un momento pensé que ya eran suficientes y que no necesitaba tener más, que ni siquiera contaba con el tiempo para honrar a los que ya tenía. Pero la vida me ha enseñado que eso no se decide. Este año he recibido como regalo invaluable más amigos. Unos mayores, otros menores, pero todos han llegado con algo para enseñarme, con deseos de escucharme o de ser escuchados, con tiempo para compartir, con ganas de bailar, de brindar, de crecer, de pasar buenos momentos.
Escalas hay muchas: los del alma, los del corazón, los incondicionales, los de los lazos familiares, los del cordón umbilical, los de las redes, los virtuales, los reales, los de una vez al año… Pero al final, todos amigos.
Nada hace falta para buscar a un amigo. Solo el deseo de escucharlo, de hablar, de reír, (...) de compartir un buen plato.
Los que son como hermanos o, mejor aún, los que siendo hermanos son los mejores amigos. Como Adriana Lucía y Martina López Llorente, que comparten con nosotros en este número ese amor tan grande que las une, las diferencia y las complementa. También en esta edición nuestro columnista Alberto Salcedo nos deleita con la historia de una amistad “entrañable hasta la muerte”, y algunos amigos del alma nos cuentan la esencia de su relación.
Con esta edición hacemos un homenaje al amor y la amistad. Queremos invitarlos a vivir la cita ideal y a recibir los regalos que nuestros aliados tienen para ustedes.
Nuestra propuesta es que cada día de septiembre celebremos a todas y cada una de las personas que forman parte de ese inventario inagotable de quienes nos alegran el alma, nos escuchan, nos acompañan y nos soportan. ¡Feliz mes del amor y la amistad!
ADRIANA GARZÓN
Directora REVISTA CARRUSEL
adrgar@eltiempo.com
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