Melania es 24 años menor que su esposo, el nuevo presidente de Estados Unidos (cuyo nombre me niego a escribir para creer que así es menos real), pero esa no fue ni es noticia. La noticia es que Brigitte Trogneux, la esposa de Macron —el nuevo presidente de Francia— es 24 años mayor que él.
Cuando veo una pareja con esa diferencia de edad lo primero que pienso es en que uno de los dos se va a quedar solo muy pronto. Y después me pregunto si todavía tienen relaciones sexuales. Pienso en el hecho de que si ella es menor que él, seguirá teniendo un gran apetito sexual cuando ya él no lo tenga, por ejemplo. ¿Y entonces qué pasa? Pienso, también, que es muy posible que al joven le toque convertirse en el enfermero de la anciana. O que la joven va a querer emborracharse y salir a bailar cuando él solo quiere quedarse a leer un libro mientras toma una copa de vino (o siete copas, vaya uno a saber).
¿Y entonces?
Es cierto que Trogneux ya era madre cuando Macron tenía dos años. Eso impresiona. Negarlo sería mentir. Lo cierto es que la diferencia de edad con sus parejas me impresiona igual en los casos de ambos presidentes (el gringo anciano, y la francesa, la “señora mayor”). El francés y la primera dama se enamoraron cuando él tenía 15 años y ella —de unos 39— era su profesora de teatro. Ese preciso momento en la historia de esta pareja me estremece. Creo que si un hombre o mujer de 39 años demostrara interés sentimental por mi hija o hijo de 15 años, me aseguraría de meter a esa persona a la cárcel durante al menos una década. De modo que a sus 25 años, ya mi hijo (o hija) tendría la suficiente madurez mental para decidir si quiere estar en una relación con alguien 24 años mayor.
Hoy sé que a los 39 años uno todavía puede ser un niño (o quizá yo siempre he sido muy inmadura). Y creo que a los 15 años uno es tremendamente impresionable y miedosamente manipulable. No estoy diciendo que la francesa haya manipulado al ahora presidente francés. Yo no conozco esa historia de amor. Y lo único que me consta es que —efectivamente— se trata de una historia de amor. Una increíble, como las de las películas románticas con final feliz. Y me produce alegría que el nuevo mandatario no maneje los estándares de belleza que parece manejar el resto del planeta.
Pero los medios del mundo y así la opinión popular condenan esta diferencia de edad: la juzgan, se burlan de ella… en fin, se atreven a opinar al respecto. Y lo que me sorprende es que las burlas se originaron en los medios y las redes sociales del primer mundo, en Francia. En los medios latinoamericanos y los españoles no me sorprende. Es más, no espero otra cosa. En YouTube hay un video del 2015 de un programa de opinión de la TV argentina que se llama Bien de verano, de Canal Magazine, en el que comentan la relación de Viviana Saccone, una actriz de 49 años, con un joven que entonces tenía 21. El titular de la pantalla dice: SACCONE SE COME UN PIBITO 25 AÑOS MENOR QUE ELLA. Y los presentadores del programa se refieren a “su vida escandalosa”.
Escándalo es precisamente la reacción de la gente ante la edad de Brigitte Trogneux comparada con la del presidente. Pero partamos del hecho de que para que haya un escándalo debe haber quién se escandalice. Y que lo que te escandaliza a ti no es lo mismo que me escandaliza a mí. El escándalo es subjetivo. ¿Entonces por qué todo el mundo está tan escandalizado con algo que al menos para mí es completamente normal? A ver, si es que hoy en día tienen 64 y 39 años. ¿Cuál es el problema? ¿Y por qué se juzga a la francesa y no al presidente de Estados Unidos, por ejemplo?
Y esta es la parte de este texto en que debería referirme al machismo y a la misoginia con los que medios como CNN se refieren a la manera en la que otros medios y personas públicas se han referido a la nueva primera dama de Francia. Pero es que ese no es mi discurso. Yo no analizo lo que sucede entre hombres y mujeres, y cómo tratamos a los unos y a los otros desde la óptica feminista. Lo he dicho mil veces, yo no soy feminista. Entonces el análisis que hago del tema es desde mi óptica “humanista”.
En internet me encontré con que hay estudios que determinan que los hombres suelen sentirse atraídos por mujeres jóvenes y muy atractivas, que en su inconsciente las interpretan como fértiles. Esto se reduce a lo más primario de los seres humanos, a eso que nos hace animales. Aunque el ser humano esté pensando en amor o en sexo, nuestro ADN está pensando en encontrar al sujeto ideal para reproducirnos. Por eso tiene sentido que sean las mujeres quienes tienden a buscar hombres mayores que ellas, que ya estén establecidos en términos económicos.
Eso explica la diferencia que puede haber en la edad de los integrantes de una pareja. ¿Pero qué explica el escándalo que causa la naturaleza humana en la opinión pública? ¿Por qué escandaliza tanto lo que no se comprende? ¿No será —más bien— que nos aterra? (“Nos” es mucha gente, a mí solo me aterraría —y sorprendería— que me abdujera un platillo volador, todo lo demás me parece normal). A la gran mayoría le produce pánico lo que no alcanza a comprender. Lo interesante es que sean tan chismosos, pues, ¿por qué habría de escandalizarles lo que no es su problema? Y es que —en todo caso— ¿qué problema puede haber con que sea la mujer la que es 24 años mayor que el hombre?
¿Por qué los escandaliza el amor? Me produce tristeza que sea aquello que no los daña de ninguna manera lo que los escandaliza, y que los verdaderos horrores de cada día pasen casi desapercibidos o pasen de moda con la velocidad de un rayo. Yo prefiero no comparar el número de titulares sobre la diferencia de edad entre Macron y su mujer, con el número de titulares sobre los campos de concentración para homosexuales en Chechenia, en pleno 2017. Eso sí me escandaliza…
VIRGINIA MAYER
PARA CARRUSEL
Comentar