Hay restaurantes que son solo ‘el sitio’. Y con esto quiero decir que la arquitectura, el diseño y la ubicación lo son todo, o casi todo, y que gracias a eso la gente va feliz y encantada a dejar sus pesos. Como decimos los colombianos, la clientela paga por ‘el punto’.
Céntrico podría clasificar en este rango de local atractivo. Incluso, puede declararse, sin ningún problema, “el restaurante con la mejor vista de Bogotá” porque, en efecto, la panorámica de la ciudad desde el piso 41 del antiguo Hotel Hilton es sencillamente espectacular. Y esa experiencia tiene su gracia y vale la pena.
Pero, por fortuna, no se queda en eso. Céntrico no es solamente un local con gran perspectiva. Porque, muy a pesar de que es más conocido por ser un lindo bar nocturno en las alturas, también es un restaurante de cocina colombiana con una propuesta bien interesante: bueno en algunos platillos y muy bueno en otros.
Por cierto, ¿qué restaurante en Colombia combina gran vista y gran comida? Muy pocos. Pero vamos al grano y a las piezas por pedir.
De las entradas, recomiendo las morcillitas, ni muy pequeñas ni muy grandes, con poleo (al estilo boyacense), crocantes por fuera, jugosas por dentro (como debe ser), servidas sobre un puré de papa criolla y una mayonesa especiada.
Luego están las empanadas de cangrejo, con guiso, leche de coco y papita criolla, acompañadas por un suero al eneldo de campeonato.
Y mucha atención al chicharrón al vacío –y luego frito–, acompañado con un bollito de peto que es de lo mejor logrado de la carta. Delicia por la que siempre hay que volver.
De platos fuertes, recomiendo la versión de la chuleta valluna –por lo menos así dice su carta–, cuando en realidad es un jugoso trozo de bondiola al vacío, apanada, servida sobre puré de plátano maduro. ¡Bien!
Ojo a la colita de res, ojo al arroz con camarones, pero, sobre todo, mucha atención a un plato sorprendente –de la invención del chef Felipe Arámbula–, que dice así: pierna y pernil de pollo campesino relleno de longaniza artesanal, acompañado de un arroz cremoso de maíz tierno y queso Paipa, muy pero muy rico.
Y de postres, dos: el pie de coco y la torta de almojábana, ambos con unos helados artesanales que van desde el de chontaduro hasta el de durazno sabanero.
Céntrico no es cocina tradicional ni nueva cocina colombiana. Está en la mitad, le apuesta a nuestra verdad y lo hace bien. Sin pirotécnicas. Y sabroso.
Otra gran opción en la zona centro de la ciudad. Y con vista. Con tremenda vista. Que no lo es todo ni nunca lo será, porque en un restaurante primero está el golpe de fogón, y este lo tiene.
Céntrico
Carrera 7 N°. 32-16, piso 41 (Bogotá).
Tel: 300 825 3506.
MAURICIO SILVA
@msilvaazul
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