“A los seres humanos no siempre nos mueven las cifras sobre enfermedades", asegura la paisa Lina Hinestroza, sobreviviente de cáncer de seno. "Pero cuando uno piensa que si no se cuida, las personas que lo necesitan ya no lo van a tener… ahí sí toma conciencia”. Lo afirma desde su propia experiencia: hace tres años, su hijo menor le rapó la cabeza cuando sufría las consencuencias de la quimioterapia. Hinestroza fue una de las ponentes del foro 'Tocar y no consultar se llama descuidar', que Roche y CARRUSEL llevaron a cabo el pasado 6 de octubre.
Durante el conversatorio se discutieron aspectos fundamentales del cáncer mamario en Colombia. Por ejemplo, la doctora Fernanda Fernández, quien abrió la jornada, explicó que cifras de la Liga Colombiana contra el Cáncer confirman que en Colombia se presentaron 9.500 casos de cáncer de seno el año pasado. El cáncer de seno, añadió Fernández, es el tumor maligno más común entre las mujeres. Con esto en mente, el objetivo de los conferencistas era hacer un llamado de atención a los asistentes sobre las medidas correctas para el tratamiento y prevención de esta enfermedad. Otros de los participantes fueron Sebastián Quintero, cirujano especialista en el manejo y prevención de las enfermedades mamarias; Javier Orlando Pacheco, jefe del servicio de Oncología del Hospital San José de Bogotá; José Joaquín Caicedo, presidente de la Federación Latinoamericana de Mastología; Catalina Suescún, sobreviviente y activista, y Catalina Castaño, extenista profesional y también sobreviviente.
En el caso de Lina Hinestroza, no solamente sobrevivió al cáncer de seno, sino que se convirtió en la impulsora del movimiento social Modo Rosa, con el que busca incentivar a las mujeres a hacerse sus autoexámenes de seno. De hecho, este 30 de octubre está programada la Carrera de las Rosas en Medellín, que ella organiza. Con Hinestroza hablamos de cómo sobrevivió al cáncer y cómo le cambió la vida.
¿No es doloroso recordar su propia experiencia con la campaña de conciencia que hace con Modo Rosa?
Yo me he sentido muy afortunada porque el cáncer llegó a mi vida a tiempo. A las pacientes con las que hablo les digo: 'Cuando termines el tratamiento vas a darte cuenta de que es lo mejor que te ha pasado en la vida'. Y es así porque te despierta: hace que les des un nuevo valor a las cosas a las que antes quizás no les dabas. Eso ocurrió conmigo. Cuando uno se ve de cara a la muerte y esta se va, uno empieza a disfrutar cada segundo de sus días. Lo que quiero hacer por las mujeres es dignificar la enfermedad: mostrarles que no somos igual a pelo, senos y cadera. Yo les digo: 'Hagan de cuenta que es un embarazo. ¡Después el cuerpo se recupera de todo!'
En su blog 'Poniéndole el pecho al cáncer' cuenta que antes de la enfermedad llevaba un ritmo imparable y con pocas horas de sueño. ¿Qué consejo les daría a las mujeres que tienen este estilo de vida?
Tener ese ritmo diario aplaza todo. Yo tenía tantas ocupaciones en ese momento que no tenía prioridades. Ahora es distinto: estoy full, pero mis prioridades son distintas. Ahora está primero mi salud, está primero mi familia, disfrutar el hoy. Cuando me dijeron que tenía cáncer sentí culpa porque siempre por mi trabajo aplazaba las citas de chequeo de esas bolitas que tenía en el seno... Si mi marido (que es ginecólogo) no me hubiera regañado tanto, hubiera seguido aplazándolo. Uno piensa que tiene que cumplir con el trabajo o el estudio, pero con lo único que hay que cumplir es con vivir el hoy, con la salud y con las personas que nos quieren.
¿Cuál es la preocupación más recurrente que percibe en pacientes con cáncer de seno?
El pelo. Además del miedo a la muerte, lo que suelen expresar es el miedo a la caída del pelo durante la quimioterapia. ¡No se sienten mujeres sin la cabellera! Ese problema se acentúa porque todos los días ves en el espejo cómo la enfermedad actúa sobre ti.
¿Qué tan importante es 'enfrentar el ego propio' en momentos tan difíciles como una enfermedad?
El ego es el que más a prueba se pone durante esta enfermedad. Es el protagonista. En entregarle el poder o no está precisamente la clave para enfrentar más fácilmente este mal. A mí me costó, pero me entregué a lo que viniera. Hay que quitarle el poder al ego, porque lo que está buscando permanentemente es compararte. Cuando aceptas la situación, queda desarmado.
Está organizando la Carrera de las Rosas para este 30 de octubre en Medellín. ¿Para qué hacer una carrera?
Cuando corrí una 10k por primera vez, quise hacerla porque sentí una analogía con lo que es una enfermedad. En ambas hay que llegar a la meta final como sea… Pasa con el cáncer: hay que llegar al final así sea arrastrado. Y en distintas paradas la vida y tus seres queridos te dan un poco de agua, un poco de vida, que te mantiene fuerte. Hasta que termines.
REDACCIÓN CARRUSEL
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