La guionista y directora Natalia Santa (Bogotá, 1977) casi no tiene tiempo de almorzar últimamente: el interés del Festival de Cannes (Francia) por incluir su ópera prima, La defensa del dragón, rompe con ese tipo de rutinas. Es inédito: aunque películas colombianas como El concursante (2015), La tierra y la sombra (2015) y El abrazo de la serpiente (2016) habían participado en el festival, nunca una directora colombiana de cine había llegado a una sección del mismo.
En este caso, será la Quincena de Realizadores de Cannes la que recibirá la única película latinoamericana de esa selección. Un logro que hace a Santa reírse, nerviosa; taparse el rostro. Del 18 al 28 de mayo se lleva a cabo esta sección paralela al festival que mezcla 19 largometrajes y 10 cortos, entre ‘primeras obras’ y piezas de directores ya consagrados. En Colombia, La defensa del dragón se estrena el 27 de julio. Hablamos con Natalia Santa sobre su propuesta cinematográfica.
Qué título tan llamativo…
La defensa del dragón hace referencia a un movimiento de ajedrez: la defensa siciliana, variante del dragón. Samuel (53 años), el protagonista, es un profesor de matemáticas y ajedrez que vive en el centro de Bogotá, como Joaquín (63 años), un relojero que se niega a cerrar su taller, y Marcos (72 años), un español homeópata que es adicto al juego.
Son personajes que están defendiendo el lugar que escogieron en el mundo: lejos del éxito tradicional, lejos de ser los 'número uno'. En ese sentido, me pareció relevante encontrar el nombre de esa jugada de ajedrez: el dragón es una figura mítica, que uno relaciona con el pasado. Y un dragón defendiendo su existencia, como hacen los personajes, me pareció magnífico.
Es una película que muestra personajes estancados en el tiempo
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Siempre quise que se burlaran de sí mismos; en un país de víctimas como Colombia, la idea era mostrar un filme en el que se hablara de las consecuencias de las decisiones. Normalmente, cuando alguien me dice que vio la película, lo primero que le pregunto es: ¿Te reíste? Por otra parte, me gusta el rechazo a la transformación. De alguna manera, “tenemos” que estar a la par con todo lo que sucede. Además, la vida no se puede vivir como un juego de ajedrez: no puede calcularlo todo.
¿Qué significa estar en Cannes?
Por un lado, es un honor para mí como realizadora. Estaremos en la misma agenda de directores como Abel Ferrara, Claire Denis, Bruno Dumont... Es muy difícil para un realizador colombiano que sus películas se vean: duran poco en la cartelera nacional, no tienen la recepción que se esperaba… Es mejor estrenarla en Cannes a las patadas: terminamos la posproducción unos tres meses antes de lo esperado para llegar a Cannes.
¿Sí cree que va a tener más alcance de público en Colombia?
Hay un prejuicio que las películas que ganan por fuera de Colombia son aburridas, lentas, y no es así. Son interesantes, hablan de temas contemporáneos y la mayoría tienen propuestas visuales muy buenas. El público debería tener mucha variedad de opciones. Creo que La defensa del dragón es especial en ese sentido: cotidiana, con humor, que habla de un tema que es común a todos: la vejez.
¿Qué tiene en mente después de este logro?
Quiero seguir escribiendo siempre.

"En un país de víctimas como Colombia, la idea era mostrar un filme en el que se hablara de las consecuencias de las decisiones", dice Natalia Santa sobre su filme.
Claudia Rubio
MARU LOMBARDO
Redacción CARRUSEL@puntoyseacabo
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