Kate del Castillo ha pasado más de un año tratando de demostrar su inocencia. Ya lo hizo tras el escándalo en el que se vio envuelta por sus supuestos vínculos con el archifamoso capo de capos Joaquín el Chapo Guzmán. Superada aquella tormenta, la actriz ahora se enfrenta a una nueva persecución. Esta vez, como Emilia Urquiza, la primera dama de México en la serie Ingobernable, que acaba de estrenar Netflix, disponible desde el 24 de marzo.
Después de más de un año de investigaciones, de linchamiento público, de entrevistas imposibles y de críticas feroces se esperaría que Kate del Castillo se muestre distante cuando habla con la prensa. Pero al otro lado del teléfono suena una Kate alegre, entusiasmada por compartir su más reciente aventura. Incluso, se le puede preguntar por el Chapo: “De aquella experiencia crecí como ser humano y aprendí a no confiar en todas las personas”. Fin del asunto.
El enredo con el Chapo Guzmán comenzó en enero del 2012. La artista sorprendió a sus seguidores con una carta abierta en Twitter en la que mencionó al peligroso narcotraficante, hoy recluido en una cárcel de Estados Unidos. Del Castillo hablaba de amor, religión y política. Y le pedía al Chapo que “traficara con el bien”. La polémica estaba servida.
Dos años después, Guzmán, para su sorpresa, la contactó. Se comunicaron varias veces. Se vieron. Ella obtuvo del narco los derechos para producir una película sobre su vida. También sirvió de intermediaria entre Guzmán y el actor Sean Penn, quien, en octubre del 2015, lo entrevistaría para la revista Rolling Stones. Aquella publicación acabó con la amistad de Penn y Del Castillo y originó una investigación en la Procuraduría General de México (PGR) por presuntos vínculos financieros de la actriz con el Chapo. El pasado enero, la Procuraduría ratificó el amparo que evita que ella tenga que comparecer ante la justicia de México. Pero la investigación sigue abierta.
Ajena a todo el ruido que generó la historia con el Chapo, Kate del Castillo, la inolvidable ‘Reina del sur’ (aquella mujer aparentemente ingenua y sumisa que se convierte en una poderosa narcotraficante), está concentrada en Ingobernable, coproducida por Argos. La serie cuenta la historia de la familia presidencial de México en la ficción, un asesinato que cambia sus vidas para siempre y la lucha de la primera dama por descubrir a los culpables. De hecho, retrata a un país y una mujer ingobernables: en el primero suceden cosas terribles, y la segunda no se detiene frente a nada con tal de demostrar que es inocente.
La actriz ve en Emilia Urquiza a una primera dama muy particular, tanto, que “en el primer capítulo deja de serlo”. Del Castillo cree que, al igual que ella, Emilia “tiene sensibilidad por la justicia, es una mujer protectora, tiene muchas agallas”, y le encanta que haya sido capaz de dejar a su esposo en pleno gobierno. Lo hizo porque no podía soportar que él ya no luchara por los sueños que tenían de ayudar a México.
Desde los primeros capítulos, la exprimera dama se ve obligada a demostrar que no es culpable de un grave crimen, sentimiento que Kate del Castillo entiende muy bien en la vida real.
Tal vez eso haya contribuido a la construcción de un personaje tan fuerte como Urquiza. Para crearlo, se apoyó en películas y documentales, pero aclara: “No me inspiré en una persona en particular”, y descarta así la idea de que la serie se base en la pareja presidencial conformada por Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.
Muchos se preguntan qué tan cercano a la realidad es el contexto de la serie, a lo que la actriz responde: “Sí hacemos algunas referencias a la situación actual de México, pero al fin y al cabo es ficción, ¿no? Hacemos referencia, por ejemplo, a los 43 desaparecidos, a un México inmensamente rico y poderoso que tiene una relación muy fuerte con Estados Unidos y a un México muy pobre, como es Tepito”.
Además de su trabajo como actriz, algo que entusiasma a Kate del Castillo es su faceta de empresaria, lo que le ha permitido impulsar su propia marca de tequila, Honor del Castillo. La idea surgió, cuenta ella, cuando estaba rodando La Reina del Sur: “A Teresa Mendoza (su personaje) le gustaba tomarse sus tequilitas y supimos que subieron mucho las ventas de tequila, sobre todo en mujeres”. Esto le pareció algo inusual y decidió aprovechar la oportunidad para lanzar la marca, que se vende en Illinois, Arizona, California, Washington y Texas (Estados Unidos).
En Estados Unidos tiene su casa, su trabajo actual, su empresa y su segunda nacionalidad. Allí se siente a gusto, pero cuando le preguntan por el gobierno de ese país expresa su desacuerdo con muchas políticas que el presidente Donald Trump quiere implantar: “Yo entiendo que un presidente quiera seguridad para su país, quiera controlar las fronteras, pero lo está haciendo muy mal (…) Yo creo que un muro que separa familias en lugar de unirlas, no funciona, no está bien”.
En estos tiempos de turbulencia política -causada en gran parte por el gobierno de Trump-, les dice a sus compatriotas dentro y fuera de EE. UU.: “Debemos tener un poco de dignidad y orgullo”. Y añade: “México lo tiene todo, es un país con muchos recursos, y los mexicanos deben estar orgullosos de eso, además de apoyar los productos locales”. Eso sí, a pesar del amparo de la Procuraduría mexicana, no está en sus planes visitar su país. El enredo judicial con el Chapo aún no tiene desenlace.
Jimena Patiño Bonza
Para CARRUSEL
Twitter: @jimenapb
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