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Carrusel

Flora Martínez, en la piel de la legendaria Frida Kahlo

"A los 15 años uno apenas está formando su personalidad; que te digan que eres un 'sex symbol' y la más… ¿La más qué? Era un medio muy pesado y yo estaba con ese pensamiento de querer agradar a todos": Flora Martínez.

"A los 15 años uno apenas está formando su personalidad; que te digan que eres un 'sex symbol' y la más… ¿La más qué? Era un medio muy pesado y yo estaba con ese pensamiento de querer agradar a todos": Flora Martínez.

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La actriz representará a la artista mexicana en el conmovedor monólogo 'Soy Frida, soy libre'.

Una buena taza de café es la compañía perfecta para empezar cualquier conversación con Flora Martínez. “Me encanta, aunque estoy tratando de bajarle al consumo”, dice. Y entonces cambia de opinión y se decide por un chai. Con la bebida ya en sus manos, se declara lista para sumergirse en esta charla que acabará siendo tan emotiva, reflexiva y profunda como ella. Y también inquietante, apasionada y osada como han calificado a la pintora Frida Kahlo, la mujer que Flora encarnará en las tablas la próxima semana en el teatro Bellas Artes de Cafam.
Lo primero en lo que repara es en que interpretar a esta compleja artista mexicana es una amable jugada del destino. Esta actriz colombo-canadiense, próxima a cumplir 39 años y a quien vimos convertirse en un símbolo sexual en Colombia cuando apenas tenía 15, es una convencida de que las cosas le llegan a uno cuando le tienen que llegar. “Todo sucede en los momentos perfectos. Cada vez más compruebo que sí existe la sincronicidad. ¡Párale bolas! ¿A ti no te ha pasado que cada cierto número de años empiezas a encontrarte con gente de tiempo atrás? Es decir, son como unos círculos evolutivos perfectos. Eso es muy charro, pero habría que ponerle más atención, ¿no?”.
Y lanza esa reflexión con su voz dulce que invita a no dejar de escucharla, mientras se acomoda su pelo castaño oscuro que realza su piel blanca. Y lo hace con un gesto de agrado porque hasta hace poco Flora fue rubia para interpretar el alma de una nave espacial en 2091, una serie futurista de Fox que se estrenará en octubre, al lado de Manolo Cardona y Angie Cepeda. “Y no puedo contar más”, zanja.
Lo cierto es que no le gustaba mucho verse ‘mona’. Un look que, por fortuna, solo tuvo que llevar tres meses. Tras ese paréntesis en la conversación, vuelve a Frida para explicar por qué enfatiza en eso de la sincronicidad. “Me encanta el restaurante Museo del Tequila, pero hacía muchos años que no iba. Mi esposo me invitó a cenar ahí una noche, justo cuando Julián González –productor de la obra y gerente de Scena Colombia– se le ocurrió traer este montaje mexicano al país. A él no le convencía del todo la actriz que tenía en el reparto porque era muy joven y no le veía la fuerza interpretativa requerida”, cuenta Flora. Y recuerda que fue por esos días cuando volvió a ese sitio, como atendiendo un llamado…
“Julián me propuso ser Frida Kahlo y yo de una le dije ‘sí quiero’, porque eso no es algo como para responder con un ‘déjame y lo pienso’”, agrega la actriz. Su más reciente experiencia teatral había sido con otro monólogo, En el corazón de Flora, producido con su esposo, José Reinoso. Él la acompañaba en el piano y ella estaba a cargo de los textos. Para Flora resultó una experiencia alucinante porque en el escenario mezcló video y una gran banda sonora, que dejó en manos de Reinoso, destacado músico, compositor y productor uruguayo, a quien conoció hace once años mientras filmaban la película española Tuya siempre.
La vida tormentosa de Frida Kahlo y su particular forma de pintar siempre le llamaron la atención. De hecho, Flora conserva como un tesoro el libro Song of Herself (Canción de ella misma), escrito por el psiquiatra mexicano Salomon Grimberg, que entrevistó a la artista en los últimos días de su vida. “Días que fueron muy difíciles, porque Frida, una guerrera que parecía poder con todo, expuso su fragmentación al mundo, incluso ante Diego Rivera, su gran amor, en el momento en el que le cortaron la pierna”, apunta la actriz.
Ese quiebre de Frida la ha tocado en muchos sentidos, pero especialmente porque siente que, en cierto modo, todas las mujeres nos identificamos con la pintora: “Experimentamos un desdoblamiento emocional al exponernos al mundo como otras, escondiendo gran parte de nuestro dolor, miedos y luchas internas”.
El monólogo, sin embargo, no tendrá un tono quejumbroso sino que mostrará a las dos Fridas en su transformación física e interior, con mucho humor y, por supuesto, con danza y música en vivo dirigida por Ricardo Torres, uno de los directores de música mexicana y mariachi más importantes de Colombia.
"A los 15 años uno apenas está formando su personalidad; que te digan que eres un 'sex symbol' y la más… ¿La más qué? Era un medio muy pesado y yo estaba con ese pensamiento de querer agradar a todos": Flora Martínez.

"A los 15 años uno apenas está formando su personalidad; que te digan que eres un 'sex symbol' y la más… ¿La más qué? Era un medio muy pesado y yo estaba con ese pensamiento de querer agradar a todos": Flora Martínez.

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¿Por qué dice que todas llevamos una Frida adentro?
Ella fue una mujer absolutamente fuerte, pero a la vez muy frágil. Esa dualidad es fascinante porque nosotras, las mujeres, no somos ni las debiluchas a quienes todos tumban, ni tampoco las invencibles. Por eso yo no sé si mi admiración más que por sus pinturas es por su vida, por su postura femenina y los principios que respaldaba; un poco como una Rosario Tijeras, pero en el arte.
¿Qué la llevó a explorar la vida de Frida Kahlo por el lado de sus autorretratos?
Para la construcción de mis personajes siempre lo he hecho. Siento que en la actividad que uno hace cada día se encierran muchas claves, y la pintura me da pistas sobre su manera de ver el mundo. Imagínate esa relación que empieza a tener con el espejo que le ponen encima de su cama a raíz del accidente que sufrió en su adolescencia y que la dejó algún tiempo inmovilizada. Es una relación con la que ella empieza a recrearse y crear un nuevo yo, por eso empecé el ejercicio de hacer autorretratos, que es un poco un desdoblamiento psicológico al representarte en otra persona. Es un poco lo que yo hago con la actuación; empiezas a crear unos alter egos y a ser más fuerte y más débil de lo necesario…
¿Y cómo es la relación de Flora con el espejo?
La verdad, no tenemos mucha relación porque no tengo tiempo. Lo utilizo en el momento de creación de los personajes. Cuando participé en el reality Bailando con las estrellas me di cuenta de la relación que tienen los bailarines con el espejo. Yo no la tenía, porque trabajo mucho más desde adentro, desde cómo funcionan el pensar y el sentir de los personajes. Con los años ya he ido sumándole eso. Pero para mí siempre lo de adentro ha sido lo más importante. Aprender a ver con los ojos de otra persona y así poder representarla y dar su voz. Es un proceso más intelectual.
Eso la muestra poco vanidosa...
Cuando adolescente sí fui vanidosa. Creo que era muy divertido. En algún punto sentí que uno tenía la necesidad innata de seducir. No era que yo dijera: ‘¡Voy a seducir!’ Llegó un momento en que me dije, ‘¿pero esto qué me está dando?’, y me di cuenta de que solo me metía en un montón de problemas o me traía un montón de papeles que no me interesaban.
¿A qué problemas se refiere?
El principal fue con Rosario Tijeras. Hay un crítico de cine que dice que esta película fue lo peor que me pudo pasar en la vida, pero muchos creen lo contrario: ‘¡No, pero cómo va a decir eso!’ Pero si lo piensas, que algo tan potente haya podido quedar en el sexo, las escenas fuertes, la imagen de mamacita, el cuerpo… ¿Y los otros papeles no cuentan? Sí, me llamaron directores de cine como Vicente Aranda, Bigas Luna, todos encantados con esta producción, pero, infortunadamente, pareciera que en la industria no hay imaginación.
¿Ha pensado qué hubiera sido de su carrera sin esta película?
Tal vez hubiera podido interpretar otros papeles más significativos y hubiera hecho más cosas. En algún punto llegó un gran reconocimiento, pero ahí es donde me pregunto: ‘¿Lo importante es el reconocimiento o que tú seas consciente de que cada cosa que hagas va a generar un montón de otras situaciones?’ A veces no somos conscientes, y como uno tiene esa necesidad de figurar empieza a hacer un montón de cosas que van en su contra. A todos nos ha pasado, pero llega un momento en que te dices que no lo quieres hacer más.
Uno no pensaría que Rosario Tijeras le trajo tantos sinsabores...
Al llegar al estreno de la película en México veo una valla gigante con una de las escenas de desnudo que tuve con Manolo (Cardona) en un motel, en la que él estaba detrás de mí metiéndome la mano. Y además, cuando llego al hotel, la llave tenía la foto de esa escena. O sea, ¿porno?, ¿en qué momento? Casi me devuelvo. Fue un desastre. Con decirte que terminamos casi a los puños con los productores durante el estreno. Fue como estar siempre en estado vulnerable, pero claro, uno era el que se había metido ahí...
Sin embargo le llovieron propuestas después...
Era tanto el impacto, que recuerdo a un director que me quería en su película y le dije ‘perfecto, pero no hago desnudos’. Y él me sale con esto: ‘¡Ay, aunque sea una tetica!’ ¡No, a qué hemos llegado! Y entonces yo me repetía ‘¿por qué quiero ser actriz?’ Pero he logrado, por fortuna, mantenerme fiel a lo que siento. Me fui a España, me casé, tuve una hija, empecé a hacer música, seguí escribiendo y alimentando otras actividades que toman mucho más tiempo que este fogonazo que me despelotó y por el que me desnudé en revistas. Sí, es un momento en el que te dices ‘soy la más de las más’, ¿y después qué? No significa que eso sea un mal camino. Fue un momento de agachar la cabeza y decir ‘yo quiero ir para otro lado, porque sé que el de la seducción es un camino que muchas veces termina llevándote’.

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Y en el que es fácil perder el control...
Es difícil tener el control cuando lo que quieres es encantar. El problema de cuando quieres hacerlo es que estás poniendo toda tu energía en los otros. Entonces quiere decir que lo que los demás te digan está bien, y tú, sin querer, lo harás por agradarles. El punto opuesto, que quizá es por el que me fui, consistió en desaparecer un poco, irme a Barcelona. De pronto he estado escondida y salgo de repente, pero siempre intentando crear mi propia voz.
Por eso optó por construir otro camino...
Imagino que habrá actrices a las que sí les gusta eso de figurar y que la gente hable. Pero a mí no. Si eso es lo que vende, entonces no me interesa. Prefiero ser una cantante de jazz, hacer teatro y otra cosa con la cual me sienta orgullosa y pueda compartirla con mi hija porque le estoy dando un buen alimento espiritual.
Su etapa como mesera fue una de las más felices de su vida...
Sí, a los 21 años me fui a Nueva York. Fue ahí cuando volví a tener paz y comencé a estudiar y ya no estaba con esas cosas a mi alrededor tan difíciles de manejar. Tenía el teatro y podía ir a mis clases de actuación y de pintura. Es que a mí esas vivencias a los 15 años lo que me quitaron fue educación. Para otra niña a lo mejor sería del putas decir yo capo colegio, pero para mí no. En Estados Unidos pude vivir ese pedacito de vida en el colegio que me había hecho falta. Necesitaba de esa tierra.
Este monólogo la ha tocado tanto que usted terminó interviniendo en los textos...
Cuando recibí los libretos estaba en el reality y no tenía tiempo de mirarlos con detenimiento. Cuando salí de allí los leí con calma y me di cuenta de que hacía falta todo esto de lo que estamos hablando, que para mí es la vida, entenderla a ella como artista y como mujer. Yo siempre les decía a ellos (Julián González, el productor, y Víctor Vásquez, el director) que esto lo escribieron hombres, y por más que nos quieran e idolatren no entienden esa vertiginosidad del sentir que tenemos nosotras. Se les escapa cómo Frida pudo aceptar, amar y adorar a un hombre como el muralista Diego Rivera y vivir con él a pesar de todas sus infidelidades.
Y a pesar de ese amor tan tormentoso Frida nunca perdió el sentido del humor...
Desde el principio Diego Rivera fue claro con ella. Hay una frase en el libreto que es bellísima: ‘Yo no voy a poder serte fiel, pero sí leal por el resto de tu vida’. Y ella dice: ‘¡Y cumplió con ambas el cabrón!’ La fidelidad no estaba en él. Pero ella también decía que en muchos países la fidelidad, como la tenemos concebida, es lo más estúpido que pueda existir… Solo hay ciertas especies de animales que son monógamas, como los delfines o los pingüinos. Nosotros somos muy pingüinos, la verdad.
¿Y para usted qué tan importante es la fidelidad?
Yo amo la monogamia. Soy una persona que no tiene términos medios. ¿Radical? Sí. No podría tener una relación sin fidelidad, pero no porque me parezca mal o bien; tal vez los que así lo hagan la pasan muy bien, pero yo soy muy intensa en mis sentimientos y relaciones.

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Usted cuenta que sus relaciones amorosas no superaban los tres años. Ya lleva once años con José Reinoso...
A mí me encanta porque él es la paz. Por suerte me encontré con este ser maravilloso cuando me llamaron para hacer la película Tuya siempre, en España. Él era el compositor de la banda sonora. Él es bueno, bueno, bueno. Es un hombre noble, amoroso, pero a la vez muy serio y sabe poner las cosas en su lugar. A diferencia de mí, llega a un sitio y lo respetan. Él marca ese respeto sin necesidad de gritos, sobre todo a la hora de trabajar. Me encanta esa fuerza. Y cuando toca el piano, nooo... (Flora se mueve como si estuviera a punto de derretirse). Es un ser transparente.
Y también es su cómplice laboral...
Sí, ahora, después de nueve años de espera, saldrá mi CD de jazz en versión digital el 23 de septiembre y en octubre con las supertiendas Éxito. Mi esposo es el pianista del grupo, toca la batería y el contrabajo y es quien lo produce.
Usted insiste en que la maternidad ha marcado una diferencia en su vida. A Sofía, su hija, la define como el amor más lindo...
Sí, porque los hijos enseñan cómo deberían ser todos los tipos de amor: verdaderos, incondicionales. Ella –que tiene seis años– y los niños, en general, enseñan que cuando dicen ‘te amo’, lo hacen sin pretender que seas distinto. Eso es algo especial, y más para nosotras las mujeres con esta cosa de querer salvar a los hombres…

'Soy Frida, soy libre'

Este monólogo se presentará en el Teatro Cafam de Bellas Artes los días 1, 2, 3 y 8, 9 y 10 de septiembre. CARRUSEL regalará pases dobles. Las bases del concurso las anunciaremos en nuestras redes sociales. Y si quieren disfrutar más momentos de la vida de la pintora mexicana podrán hacerlo en la exposición 'Frida Kahlo, fotografías de Leo Matiz'. La muestra estará abierta del 25 de agosto al 17 de septiembre en la galería Bellas Artes de Cafam. Entrada libre.

Foto:

FLOR NADYNE MILLÁN
@NadyneMillan
Redacción Carrusel
Fotos: Raúl Higuera. Maquillaje: Norma Jane. Producción y styling: Carolina Baquero. Corona: margaritas amarillas, rojas, rosadas y rosas déjà vu, rosas de jardín y follajes complementarios de Don Eloy Boutique. Aretes: Mercedes Salazar. Vestidos, blusa y falda: María Elena Villamil y Olga Piedrahíta.
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