Salir a la calle a correr con actitud, ropa cómoda y unas buenas zapatillas es lo más sencillo que toda persona puede hacer para mantener un saludable estado físico y mental. Es el popular running, un deporte que –más allá de ser visto como una moda– día a día suma seguidores de todas las edades y en varias ciudades del mundo. Para muchos no deja de ser una práctica esporádica. Para otros es un estilo de vida.
Lo sabe bien la paisa Isabel Cristina Estrada, actriz, modelo y presentadora, además de embajadora de Herbalife y Adidas. Estrada cuenta que hace tres años comenzó a correr y poco a poco este deporte se le convirtió en pasión. Y eso que no resultó fácil, pues los comienzos fueron más bien complicados. Hoy es una consumada atleta que incluso ha participado en varias competencias: en Buenos Aires, por ejemplo, logró su mejor tiempo en una maratón (es decir, 42 kilómetros), con 1 hora y 38 minutos. También ha competido en ciudades como Santiago de Chile, Ciudad de México, Lima, Berlín y San Juan (Puerto Rico), entre otras. ¿Su secreto? Pura disciplina. Isabel Cristina entrena cinco o seis días a la semana. Además, acude al gimnasio para fortalecer los músculos.
Hablamos con ella a propósito de Correr es mi pasión (Grijalbo), el libro que acaba de presentar y que es una especie de guía para expertos y profanos.
¿Cuándo nació ese amor por correr?
Correr no fue mi pasión desde el primer momento (risas). La primera vez que lo hice fue por un compromiso con una amiga que me invitó. La pasé muy mal, me cansé, me lesioné, me dolía todo. En ese momento me preguntaba ¿por qué tantas personas se reúnen para competencias de 10, 15, 21 y hasta 42 kilómetros? Yo decía: ¡están locos! Pero después decidí darme una segunda oportunidad. Salí a correr sola y después de un tiempo se fue convirtiendo en una pasión.
Hay quienes buscan resultados rápidos...
Se debe entender que esto es un proceso. Uno no puede pretender salir a correr el primer día 10 kilómetros. O a la semana siguiente asistir a una media maratón. ¿Es necesaria la actitud? Sí, pero también entender que hay que ir paso a paso.
Usted dice en su libro que correr es una forma de meditar. ¿Por qué?
Yo puedo decir que cuando salgo a correr siento cada movimiento de mi cuerpo, cada extremidad. Es un momento íntimo conmigo misma, una forma de meditar, de liberar la mente. Correr cambia la forma de ver los problemas. Yo estuve triste el año pasado y correr me permitió abrir más la mente, explorar otros lados de los problemas, estar tranquila, en paz. Y lo mejor, es una oportunidad para generar nuevas ideas.
¿Cuáles son esos tres consejos claves, desde su experiencia, para corredores principiantes y avanzados?
Para los primeros, es importante tener actitud, comenzar un buen plan de entrenamiento según un objetivo determinado, ponerse tenis y salir. Para los segundos, tener claros los objetivos durante el año: siempre preguntarse ¿qué voy a correr y cómo me voy a preparar? No dejar de hacer un buen entrenamiento y –por favor– no descuidar su hidratación y alimentación antes, durante y después de cada carrera.
¿Cuáles son los mitos que rodean al ‘running’?
Hay muchísimos. El primero y más frecuente es cuando las personas corren con muchas prendas de vestir, se ponen plástico o se visten con capas térmicas creyendo que así van a bajar de peso. Realmente lo que están perdiendo son líquidos y se deshidratan con facilidad. El segundo es que hay quienes piensan que pueden comer lo que quieran porque practican este tipo de actividad física. Eso no es verdad. Si bien es cierto que da hambre cuando corremos –por lo menos a mí–, el cuerpo necesita más comida, pero comer no quiere decir más fritos, más harinas, más dulces. Se necesita una buena fuente de carbohidratos, proteínas e hidratación.
¿Qué debemos tener en cuenta cuando respiramos?
La verdad es que también se debe respirar por la boca, no solo por la nariz. Cuando uno corre moviliza todo el cuerpo, y este necesita mucho oxígeno. Además, es necesario regular la respiración.
¿Y qué hacer cuando se presenta el famoso bazo?
Se debe bajar el nivel de velocidad al que se va y arquearse sobre el lado del bazo. En ese momento debemos botar todo el aire, nos quedamos sin él, lo tomamos de nuevo y volvemos a botarlo. Así, poco a poco, se va recuperando la respiración y dejamos de sentir el dolor del bazo.
¿Qué significa una buena hidratación?
Varias de las lesiones que he tenido son por culpa de la deshidratación. Uno en el día se deshidrata muy fácil. Debemos hidratarnos antes, durante y después del entrenamiento. Eso quiere decir que todo el día hay que estar hidratándose. Un recomendado: las bebidas isotónicas.CHARLA EN EL TIEMPO
El jueves 24 de noviembre el Club Vivamos de EL TIEMPO les ofrecerá a sus socios la charla 'Claves para iniciarse en el 'running'', con Isabel Cristina Estrada. Más información en el teléfono 4266000 opc. 1 – 3 o www.clubvivamos.com
ELIANA RENTERÍA
REDACCIÓN CARRUSEL
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