Sabe bien, vive bien y se ve muy bien… Esa es la Cali que descubrimos durante nuestro reciente recorrido. Mientras un grupo de caleños comprometidos con su cultura y su tradición se tomaron Bogotá con su magnífico Delirio, ese espectáculo de salsa que siempre nos deja antojados y boquiabiertos, nosotros nos fuimos a recorrer sus calles, sus lugares más icónicos y sus rutas gastronómicas.
Descubrimos que desde allí la moda femenina se nutre de tintes diferentes: de sensualidad y elegancia, de lo tradicional y lo moderno… Y justo eso será lo que veremos la próxima semana en la gran pasarela de Cali Exposhow, que se toma nuevamente esta ciudad para mostrar las colecciones de reconocidos diseñadores y jóvenes talentos de la moda local y nacional.
Las nuevas ideas y las raíces son los ingredientes que las jóvenes diseñadoras vallunas están cultivando para convertir a la Sucursal del Cielo en una de las sedes de la innovación textil en el país. Ellas tienen claro que cada una de sus propuestas, más que prendas, son una historia hecha por manos vallunas. Por eso no dudan en la inclusión de mujeres cabeza de familia como trabajadoras en los talleres de confección de sus distintas marcas.
Este año, del 28 al 30 de septiembre, varios espacios urbanos serán los escenarios para que desfilen las colecciones de primavera-verano. Una buena oportunidad para explorar ese otro sector que está en pleno crecimiento en Cali: la gastronomía. Hoy se vive allí un auge en el que resurgen los deliciosos platos tradicionales del Pacífico mezclados con el toque personal de cada chef.
Turistas colombianos como internacionales llegan todo el año para saborear los arroces, las carnes y los jugos que restaurantes emblemáticos como Ringlete, Antigua Contemporánea y El Escudo del Quijote están posicionando en la ciudad y la proyectan como uno de los puntos gastronómicos más importantes del país.
Los dejamos con esta invitación para descubrir nuevamente la sabrosura y el ingenio de la capital del Valle del Cauca.
Adriana Garzón
Directora de CARRUSEL
adrgar@eltiempo.com
Comentar