La Alcaldía de Bogotá estableció por decreto la posibilidad de premiar con más horas de rumba a las zonas que reduzcan las riñas asociadas al consumo de alcohol, en una política que busca incentivar las campañas de autorregulación en favor de la convivencia y la seguridad.
El mismo decreto derogó la restricción que impedía vender licor en Bogotá entre las 7 y las 10 de la mañana, en supermercados, licorerías, cigarrerías y negocios similares, después de evaluar que esa restricción no ha impactado positivamente la seguridad y, en cambio, sí ha afectado negativamente al comercio.
Eso significa que de ahora en adelante la prohibición de vender licor, que iba de 11 de la noche a 10 de la mañana del día siguiente, se reduce a las 7 de la mañana. La medida cobija a negocios como grandes superficies comerciales, estancos, confiterías, panaderías, tiendas de barrio, galleras y canchas de tejo, enumeradas textualmente en el decreto 667 con fecha del primero de diciembre divulgado el miércoles. Las ventas de licor a domicilio privado se mantendrán sin restricciones, excepto la venta a menores de edad, como hasta ahora.
El secretario de Gobierno, Miguel Uribe, precisó que ningún negocio de la ciudad puede vender licor las 24 horas del día de manera directa al público, entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana.
Otra prohibición que se levantó fue la de vender licor entre 3 de la mañana y 3 de la tarde de lunes a sábado en los establecimientos de comercio aledaños a centros universitarios ubicados en un perímetro de 200 metros durante las temporadas de vacaciones de mitad y final de año, es decir, entre el 16 de junio y el 15 de julio y del 16 de diciembre al 15 de enero. El resto del año se mantendrá la prohibición de vender bebidas alcohólicas.
En los restaurantes comprendidos en esas áreas sí se podrá vender licor, pero exclusivamente como acompañante de las comidas que expenden.
El nuevo decreto que regula el expendio y consumo de licor mantiene el horario de la rumba en Bogotá hasta las 3 de la mañana, pero deja abierta la posibilidad de ampliarla en zonas puntuales de la ciudad para premiar proyectos que incentiven el consumo responsable y que demuestren que esas acciones contribuyen con la convivencia y la seguridad.
Uribe precisó que la Alcaldía lo que quiere con este decreto es “generar autorregulación y consumo responsable” y como resultado premiar a las zonas que logren reducir riñas y lesiones personales. Una de las que está en evaluación es la campaña ‘Farra en la buena’.
Esta estrategia comenzó en febrero de 2017 en Bosa central y Américas (cuadra alegre), en la localidad de Kennedy; Venecia, en Tunjuelito; Chicó-Lago (zona rosa) y Gran Chapinero. Pretende promover el consumo responsable de licor e incluye actividades pedagógicas como los ‘cuidaparches’, con la que se les enseña a los ciudadanos cómo evitar involucrarse en riñas, y el concurso ‘¿Seguimos? ¡Sí! ¿Paramos? ¡No!’, en el que los establecimientos participaron creando sus propias estrategias para reducir las peleas y así lograr que se les extienda el horario de rumba.
Uribe informó que entre las zonas que recibirán el beneficio de ampliación del horario (hasta las 4 de la mañana) está Cuadra Alegre, en Kennedy. La medida se tomaría por decreto, pero no precisó cuándo. “Lo más importante es que por primera vez se permite la posibilidad de iniciativas y programas para hacer flexibles los horarios”, explicó Uribe.
El decreto prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en el espacio público y en las zonas comunes de edificios o unidades residenciales, con excepción de los salones comunales y zonas con destinación exclusiva.
David Contreras, director ejecutivo de Asobares, aseguró que a lo que hay que apuntarle es a una Bogotá como una ciudad de 24 horas, dentro de la cual la rumba es solo uno de los componentes.
Aproximadamente 10 mil riñas reportadas a la línea 123 entre enero y septiembre de este año estuvieron relacionadas con el alcohol, según quienes las reportaron. Por esa razón, las secretarías de Seguridad y de Educación, la Universidad de los Andes, Bavaria y la ONG Creser crearon una alianza para reducir el consumo de alcohol en menores de edad y disminuir las peleas. Según cifras de la Secretaría de Seguridad, el 96 % de las lesiones personales y el 85 % de los homicidios se inician por riñas. María Victoria Angulo, secretaria de Educación, afirmó que “el consumo de estas sustancias vulnera el derecho al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes”.
BOGOTÁ
Twitter: @BogotaET
Comentar