Con esta que pasó, son 23 las ediciones que completa Hip Hop al Parque, el evento que visibiliza el poder urbano de este género musical y sus aportes al arte. Un solo detalle de su éxito es que en su última edición participaron 58.000 personas.
Y no era para menos. En total se mostraron 335 propuestas artísticas, grupos que han trabajado años para preservar este patrimonio vivo, producto de la participación ciudadana.
La pregunta es: ¿por qué este evento tan importante suele ser ennegrecido por el accionar de unos pocos vándalos? No es la primera vez que este festival termina en violentas, riñas o daños al mobiliario urbano cercano al lugar donde se realiza.
Para la muestra, solo en esta última versión, cinco personas fueran capturadas, cuatro por porte de estupefacientes y una más por comercialización de licor adulterado. Además, ocho personas fueron conducidas al Centro de Traslado por Protección, por alteración de orden público.
Asimismo, según la Secretaría de Seguridad, se incautaron 630 gramos de alucinógenos, 251 botellas de licor y 44 latas de cerveza que se pretendía distribuir en el evento. En total, cinco personas resultaron heridas por riñas, dos de ellas por arma blanca y una por caída desde la tarima. Tuvo que hacer presencia Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) para contener los desmanes.
Otro aspecto que daña la imagen de este festival suelen ser los daños a quienes transitan por los alrededores del lugar donde se realiza. Ocho vehículos resultaron afectados. De hecho, se interpusieron 22 comparendos por Código Nacional de Convivencia.
A todo esto se suman denuncias por robos cometidos, supuestamente, por asistentes al evento. Jorge Briceño, uno de los afectados, contó que varias personas que salieron de la nada le rompieron los vidrios delanteros del carro. “Me robaron 140.000 pesos. No se llevaron el celular porque lo boté el piso. Lo mismo sucedió con cuatro o cinco vehículos más”, contó. Y así, con noticias como estas, que no salen de la imaginación sino del propio balance de las autoridades, suele dañarse la imagen de uno de los festivales musicales más importante de Bogotá.
EL TIEMPO quiso hablar con los artistas para que ellos opinaran sobre la problemática. Carpediem, de ‘Red Bull batalla de los gallos’, por ejemplo, dijo que hay un poco de todo. “Creo que los medios visibilizan más lo malo que el éxito del evento. Yo, por ejemplo, vi a familias que antes uno ni se imaginaria, viendo a los grupos musicales”. No obstante, el artista es consciente de que falta conciencia de los asistentes para respetar los espacios públicos. “Yo vi gente que ni siquiera sabe del género y llega es con la idea de armar problema. Faltan cultura y sentido de pertenencia. Nosotros trabajamos en eso a través de las batallas”.
Me robaron 140.000 pesos. No se llevaron el celular porque lo boté el piso. Lo mismo sucedió con cuatro o cinco vehículos más
Lo mismo opina Juliana Restrepo, directora de Idartes, quien explicó que lo que hay que resaltar es que el festival Hip Hop al Parque tiene importancia artística y cultural. “Este es uno de los géneros más representativos de la cultura de los barrios y localidades de Bogotá. Sabemos que es un festival con complejidades, pero año tras año ha mejorado la convivencia”.
La funcionaria aceptó que eso no quiere decir que no se lamenten los actos vandálicos. “Lo que pasa es que con una asistencia de 60.000 personas es difícil evitar riñas. Hubo seis, y afortunadamente fueron controladas por la policía”. Para ella, lo importante es seguir construyendo con el movimiento. “Durante el año hacemos talleres y actividades. Queremos que los festivales sean espacios para la convivencia y el sano disfrute de la música”.
Este es uno de los géneros más representativos de la cultura de los barrios y localidades de Bogotá. Sabemos que es un festival con complejidades, pero año tras año ha mejorado la convivencia
Sin embargo, para la ciudadanía, hace falta más control porque al final, gente que ni siquiera es asistente paga los platos rotos. Según Nathaly Pabón, directora de seguridad de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, el evento contó con todos los dispositivos. “Hubo 700 policías que hicieron controles internos y externos en el parque Simón Bolívar. También, 100 gestores de convivencia que hicieron acompañamiento en los filtros, pero hay que tener en cuenta que hubo casi 60.000 asistentes. En realidad fueron pocas personas las que cometieron desmanes o afectaciones del orden público”.
Para otros expertos en seguridad urbana, el problema va más allá. “Hay una juventud sin parámetros de conducta ni buenos ejemplos de adultos. Muchos no tienen oportunidades de estudio, empleo, realización y no saben utilizar productivamente los tiempos de ocio”, dijo Juan Carlos Ruiz, investigador de la Universidad del Rosario. Y agregó: “Son cientos los jóvenes en Bogotá que se pueden convertir en delincuentes por falta de oportunidades y que lo que buscan es poder tener el estatus que les exige la sociedad”.
Finalmente, para el artista Ali A.K.A. Mind, el festival Hip Hop al Parque debe seguir siendo un espacio de música y cultura, y no volverse lugar para peleadores o drogadictos. “Tenemos que entender que esos chicos que formaron esos problemas son de Bogotá y que no los podemos meter en las alcantarillas o esconderlos. Esa es la realidad de nuestros barrios, y por eso hay que llevar educación y cultura a los territorios”.
Son cientos los jóvenes en Bogotá que se pueden convertir en delincuentes por falta de oportunidades y que lo que buscan es poder tener el estatus que les exige la sociedad
El artista no está de acuerdo con las perturbaciones de algunos asistentes. “Ellos deben ser castigados de forma ejemplar. De lo contrario, cada año se va a presentar la misma situación. “Un chico que agrede a otro con un puñal debería trabajar cinco años gratis para el festival y entender que está dañando la presentación de un igual que luchó por una oportunidad”.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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