La Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca identificó más de 1.500 vacas que están pastando sobre la ronda del río Bogotá y que representarían un riesgo para la salud, así como para la recuperación del afluente.
Según las mediciones anuales que realiza la entidad, el agua del río es apta para el uso agrícola y el riego desde su nacimiento en Villapinzón, Cundinamarca, hasta antes de la desembocadura del río Salitre, en la calle 80.
El mismo análisis señala que el agua del afluente que pasa por las localidades de Engativá, Fontibón, Kennedy y Bosa presenta “trazas de metales pesados como manganeso (Mn), arsénico (As), cadmio (Cd), cobalto (Co), cromo (Cr), cobre (Cu), mercurio (Hg), níquel (Ni), plomo (Pb), entre otros, y una amplia variedad de sustancias orgánicas e inorgánicas potencialmente tóxicas”, explica la entidad.
Con el pastoreo de las vacas sobre la ronda, así como con el consumo de agua del río Bogotá, se está exponiendo la salud de los animales y de los ciudadanos que ingieren algún producto de estos vertebrados, situación que preocupa a la CAR.
Sumado a esto, la presencia de los animales afecta el crecimiento de los árboles que la entidad ha plantado, como parte de los trabajos de recuperación del río, de acuerdo con lo ordenado por el Consejo de Estado en una sentencia del 2014.
“Según el consorcio Etsa-Ayesa Geocing, la empresa que realiza la interventoría del proyecto del río, se estima un valor total de pérdidas por pastoreo de ganado en estas zonas por más de 384 millones de pesos”, indicó la CAR en un comunicado.
Agregó que de este monto, 275 millones de pesos corresponden directamente a afectaciones a las especies plantadas sobre el parque lineal que se construye entre la calle 80 y el sector de Alicachín, Soacha, y que tiene como meta arborizar 68 kilómetros, en donde los bogotanos podrán realizar recreación pasiva.
Como los animales se comen o pisan las plantas que están creciendo, estas deben ser reemplazadas, lo que retrasa el proceso de crecimiento de las especies y el de restauración del ecosistema.
Ahora, la entidad está trabajando para identificar a los propietarios de estos animales para abrirles expedientes sancionatorios, pues el pastoreo en la zona de ronda está prohibido.
Además, la magistrada Nelly Villamizar, del Tribunal Administrativo de Cundinamarca y quien ha vigilado el cumplimiento de la sentencia del Consejo de Estado, señaló que expedirá medidas cautelares para que los animales sean retirados de la ronda.
El jarillónHay otro punto sobre el que alertó la entidad y fue la afectación que estaría generando la presencia de los animales sobre la ronda del río, dado que dentro de los trabajos de recuperación, el cauce se amplió de 30 a 60 metros, adecuando el borde para evitar inundaciones.
“Las vacas pastando sobre los jarillones provocan inestabilidad en el terreno y dañan las obras que hemos adelantado, lo que podría generar un riesgo de inundaciones por la fractura de las estructuras, convirtiéndose en un peligro para las comunidades aledañas al río Bogotá, sin olvidar el posible problema de salud pública por consumir agua contaminada del afluente”, explicó el director de la CAR, Néstor Franco.
Agua para el riegoOtra de las advertencias hechas por la entidad se relaciona con su actividad de identificar los predios en los que se está utilizando agua del río para regar cultivos de diferentes alimentos, como hortalizas.
Aunque no precisó la cifra, la entidad señaló que en operativos conjuntos con el Distrito han encontrado máquinas con las que se capta agua del río Bogotá.
Recordó que al realizar riegos con el agua, que presenta trazas de metales pesados, las plantas pueden acumular estos componentes, lo que configura una situación de riesgo.
CUNDINAMARCA
Escríbanos a miccru@eltiempo.com
Comentar