Si usted aspira adelantar estudios en una universidad acreditada del país y lo que busca es que le brinde calidad de vida, Manizales es la indicada. Si lo que quiere es que tenga un buen ambiente universitario, la opción es Bucaramanga. Pero si prefiere que le garantice empleo una vez culmine su carrera, Medellín o Bogotá irían en esa dirección.
Esta es la lectura que a primera vista puede hacerse del más reciente informe que acaba de revelar la Red de Ciudades, Cómo Vamos sobre el Índice de Ciudades Universitarias (ICU), con el apoyo de la Fundación Luker. Pero hay mucho más que eso.
El documento, que en esta ocasión incluye a nueve de las 14 ciudades que hacen parte de la red, es el primer ejercicio que, con base en la información disponible entre los años 2012 y 2015, intenta aproximarse a las condiciones de los estudiantes universitarios. No es una herramienta para mirar la calidad de la educación ni para establecer un ranking entre instituciones. “Es una guía para ver cómo están enfocadas las ciudades para estudiantes de universidad”, explicó Ómar Oróstegui, coordinador del programa en Bogotá.
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Para la medición, el estudio tuvo en cuenta 19 variables distribuidas en cinco dimensiones que inciden en el hábitat universitario: calidad de la educación superior, ambiente académico, costo de vida, calidad de vida y empleabilidad de los egresados (ver nota anexa).
Una vez se cruzó toda esta información, que tuvo en cuenta, entre otras referencias, el índice de prosperidad social de las ciudades del país, la validación de expertos y variables empleadas en el manual de la Ocde para la construcción de indicadores multivariados, los resultados muestran una mejora en general en Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Pereira e Ibagué.
No obstante, al entrelazar las cinco dimensiones anotadas, Manizales aparece como la mejor en el índice de calidad universitaria. En ella sobresalen factores como la satisfacción con la ciudad, el número de jóvenes en instituciones acreditadas, la percepción de seguridad y disposición a la tolerancia, entre otros. Bucaramanga tiene un mayor promedio de estudiantes por habitante, también un ambiente universitario tolerante y una tasa de desempleo estudiantil baja.
Medellín ofrece un elevado número de profesores con doctorado, alto porcentaje de estudiantes en universidades top, mientras que Cali se destaca por la amplia oferta cultural para los jóvenes y Bogotá por sus buenos resultados en las pruebas Saber Pro, diversidad en los programas de formación y alta empleabilidad y salario de enganche para los egresados.
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Al conocer los resultados, Paula Andrea Henao, jefa de internacionalización de Colciencias, destacó que el índice revelado constituye un instrumento que ayudará a posicionar al país en el ámbito internacional y sugirió que la medición incluya aspectos como los estudiantes que están en doctorado y el bilingüismo.
Entre tanto, Santiago Daza, de la fundación Luker, dijo que la comparación entre ciudades es una fórmula que “ayuda al diseño de programas para que la ciudad se integre a la universidad” y pidió un mayor involucramiento de los alcaldes en estos temas.Mientras que Manuel Antonio Cruz, del Ministerio de Educación, ve en el ICU una herramienta para “direccionar políticas hacia la educación superior” y para generar sinergia entre la ciudad y los estudiantes.
Voces de expertos y representantes de varias universidades y fundaciones afines, sugirieron a la Red de Ciudades incluir otros indicadores como calidad y cobertura de la educación superior, hacer un mayor esfuerzo entre las universidades para impactar en políticas públicas, aprovechar la oportunidad histórica que ofrece la paz para atraer estudiantes extranjeros y abogar por que el ambiente universitario haga parte de los planes de desarrollo y de ordenamiento territorial que ya se estudian en la gran mayoría de centros urbanos.
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1. Calidad de la educación superior
Profesores con doctorado, estudiantes en instituciones educativas acreditadas, resultados en pruebas Saber Pro, estudiantes en universidades ‘top’, según QS Index y Mineducación.
2. Ambiente universitario
Estudiantes por número de habitantes, diversidad en áreas de formación, tolerancia e inclusión, oferta cultural y recreativa (porcentaje de ciudadanos satisfechos con la oferta cultural).
3. Costo de vida
Costo de vivienda estudiantil (valor promedio de una habitación en zona universitaria), costo de alimentación (costo de un almuerzo ‘corriente’ o ‘ejecutivo’), costo transporte, tasa de inflación en la ciudad.
4. Calidad de vida
Satisfacción con la ciudad como lugar para vivir, sostenibilidad de los ecosistemas, calidad de la movilidad (satisfacción con transporte público), percepción de seguridad (porcentaje de ciudadanos que se sienten seguros o muy seguros en la ciudad).
5. Empleabilidad de egresados
Tasa de enganche laboral (proporción de egresados que se encuentran cotizando seguridad social), desempleo juvenil, salarios de enganche (promedio de ingreso base de cotización un año después del grado, según observatorio laboral de Mineducación).
BOGOTÁ