Un fallo en segunda instancia de la Corte Suprema de Justicia rechazó una tutela interpuesta por el representante legal de 72 habitantes de la agrupación de vivienda Los Alcaparros y Eucaliptos de Engativá, con el fin de frenar las obras de ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Salitre.
La decisión, que fue tomada a mediados de septiembre por la Sala de Segunda de Decisión de Tutelas de la Corte, señala que no hay argumentos para soportar que la ampliación de la infraestructura generará afectaciones en la salud de los habitantes, como lo indicaron en la tutela, dado que se refiere a una situación “hipotética, pues hace referencia a hechos futuros e inciertos y no a situaciones específicas y concretas”, dicta el fallo.
Según los ciudadanos que se han opuesto al proyecto, la ampliación de la PTAR traerá malos olores, generará afectaciones en el ambiente, producirá altos niveles de ruido y devalúa las viviendas alrededor. Además, aseguraban que no hubo socialización durante el proceso de estructuración del proyecto.
Sin embargo, Néstor Franco, director de la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, les hizo frente a estas críticas al explicar que la obra implementará tecnología de punta que impedirá que se presenten estas condiciones. “El ruido y los malos olores son situaciones que se viven en la actualidad. Eso es lo que vamos a reducir”, indicó.
Agregó que esta obra hace parte de la sentencia del Consejo de Estado que les ordenó tanto a la CAR como a otras 40 entidades trabajar para descontaminar el río Bogotá.
La tutela también había sido negada por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, en agosto, por improcedente.
Según el Tribunal, el expediente “no contiene prueba ni los actores asumen la carga probatoria suficiente que permita evidenciar con certeza que tanto la construcción como las actividades que allí se desplegarán para la descontaminación del río Bogotá (…) traerán las consecuencias inciertas que anuncia el apoderado en su escrito de tutela, pues no aportó prueba siquiera mínima que permita concluir que la afectación es real y específica”.
Con un contrato por 430 millones de dólares que fue adjudicado en mayo al consorcio Expansión PTAR Salitre, integrado por tres firmas, se busca duplicar la infraestructura con la que se cuenta.
Esta planta recibe las aguas negras que producen más de tres millones de personas, entre el borde norte de la ciudad y la calle 26. En la actualidad trata cerca de 4 metros cúbicos por segundo y pasará a recibir 7,1 luego de la intervención.
Franco indicó que no es cierto que las jornadas de socialización no se hubieran realizado, pues “en el 2015 se instaló una mesa hídrica, a la cual fueron invitados habitantes de la zona y juntas de acción comunal”, concluyó.
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