Los patrulleros Hansel Gómez Rodríguez, Duván Camilo Salcedo y Nelsy Rosana Mera Muñoz fueron enviados a la cárcel tras dictarles medida de aseguramiento al ser sindicados de provocar la muerte del taxista Jonathan Díaz, sobrino del exconcejal Luis Eduardo Díaz, celebre por ser un lustrabotas que llegó al Cabildo Distrital en el año 2000.
A los uniformados se les procesa por los delitos de homicidio agravado y favorecimiento, ya que según la investigación de la Fiscalía General de la Nación le propinaron una golpiza al conductor, tras ser detenido, luego de que en aparente estado de alicoramiento volcara su vehículo en las inmediaciones del sector de San Cristóbal en el sur de la ciudad, el pasado domingo 10 de septiembre.
De acuerdo con el dictamen de Medicina Legal, el cuerpo de Díaz evidenciaba múltiples golpes, pero especial uno en la cabeza que desencadenó su fallecimiento. "La causa está relacionada con un trauma contundente severo a nivel craneano. Adicional se encontraron otras lesiones a nivel de tórax que nos permiten concluir que se trata de una forma de muerte violenta tipo homicidio", señaló en su momento Carlos Valdés, director de la entidad.
Según el testimonio de la familia a medios de comunicación, el chófer de 31 años fue enviado al CAI del barrio Guacamayas, también en el sur de la ciudad, tras el accidente de tránsito. Uno de los hermanos del fallecido aseguró que a su allegado lo golpearon en la celda en la que fue recluido.
La Policía Metropolitana de Bogotá señaló, en un comunicado que emitieron el día de los hechos, que el fallecido fue trasladado del CAI a la Seccional de Transito y Transporte de la Policía de Bogotá, donde se negó a practicarse la prueba de alcoholemía, por lo que le impusieron un comparendo.
De ese lugar salió en compañía de Víctor Huérfano, dueño del taxi accidentado, y luego se reportó a la línea 123 que Díaz estaba tendido en una calle del barrio Atenas, por lo que los patrulleros del sector lo llevaron al hospital La Victoria, y de allí al Santa Clara, donde falleció.
Un fiscal de la Unidad de Vida de la seccional Bogotá, con integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación realizó la captura de los uniformados vinculados con el hecho, quienes no aceptaron los cargos durante la audiencia de legalización e imputación de cargos.
El juez de control de garantías les dictó la medida de aseguramiento, y los patrulleros Gómez y Salcedo fueron enviados a la cárcel de Facatativá; mientras que la uniformada Mera fue recluida en la del Buen Pastor en Bogotá.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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