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Bogotá

Soldado del Guardia Presidencial que asesinó a taxista fue enviado a la cárcel

Foto:

Reproducir Video

Le  imputaron  los delitos de desaparición forzada agravada, homicidio agravado y hurto calificado. 

Carol Malaver
La Fiscalía General de la Nación, a través de la Seccional Bogotá, judicializó a Jaider Fernando Burbano Chaca como presunto responsable del hurto y posterior asesinato de un taxista, en hechos ocurridos el 20 de diciembre de 2021, en el occidente de Bogotá.
La víctima salió en horas de la noche a trabajar en inmediaciones de la Terminal de Transportes de Salitre y desapareció. Un día después al no tener noticias sobre su paradero, la familia reportó la situación. La recopilación de videos de cámaras de seguridad, testimonios y otros elementos materiales de prueba permitieron establecer que el taxista habría sido asaltado, asesinado y lanzado a un río por Burbano Chaca.
El cuerpo fue encontrado nueve meses después del crimen en el Embalse del Muña, en un evidente estado de descomposición. Luego de las valoraciones hechas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses el señalado agresor fue capturado por la Policía Nacional en diligencia realizada en La Argentina (Huila).
La Fiscalía presentó al detenido ante un juez de control de garantías y le imputó los delitos de desaparición forzada agravada, homicidio agravado y hurto calificado agravado. El procesado no aceptó los cargos y deberá cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.

La historia completa 

José Efraím Pardo Rodríguez era taxista de oficio.

José Efraím Pardo Rodríguez era taxista de oficio.

Foto:Archivo particular

Guillermo Efraím Pardo Moncada no se repone de la pérdida de su papá, ni él ni sus tres hermanas mayores. Tampoco su pareja ni sus amigos, que lo recordaban como un miembro ejemplar del gremio desde hace más de 20 años.
El sábado 18 de diciembre de 2021, José Efraím Pardo Rodríguez salió de su casa a las 10:50 de la noche en el barrio La Paz, en el centro de Bogotá, para trabajar durante toda la noche en su taxi, una camioneta JAC, modelo 2018.
Él era cristiano y le dijo a su pareja que el domingo la recogería para asistir al culto, pero nunca llegó. “Entonces ella nos llamó como a las 6:15 y nos dijo que estaba preocupada. Eso era muy inusual en él. Si era familia, respondía de inmediato, pero esta vez no lo hizo ni por chat ni por teléfono”.
José no bebía en demasía, no tenía ningún vicio. Se la pasaba del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. “Entonces a las siete de la mañana yo ya había avisado a todos mis familiares y empezamos a buscarlo temiendo que, por su edad y su profesión, estuviera en urgencias”.
Pero no apareció en ningún hospital. Luego Guillermo se fue a la terminal a buscarlo porque allá solía trabajar su padre. “Allá pudimos ver las cámaras. Luego decidí irme directamente para Medicina Legal”.
La familia pudo instaurar la denuncia y por todo lo que relataron lo registraron como desaparecido. “Eso fue el domingo, a las tres de la tarde. Luego hicimos una labor de difusión con el gremio de taxistas”.
Pronto comenzaron a recibir información pues algunos ciudadanos habían visto el carro en el sector de Engativá y dijeron que había estado involucrado en un choque simple. “Vimos un video que nos daba serios indicios de que sí era el carro de mi papá, muy cerca del parque de la Florida. Por eso también fuimos a buscarlo al río Bogotá”. Eran casi 15 familiares rogando por que apareciera.
Al día siguiente pusieron la denuncia en la Sijín de la Policía. Eso fue el lunes 20 de diciembre, a las 11 de la mañana.
Al tiempo seguía llegando información a través de las redes sociales. El carro empezaba a ser visto en otros puntos de la ciudad y del país. “Lo cierto es que nos dimos cuenta de que quien tenía el carro de mi papá había salido de la ciudad”.

El peaje

El lunes algo extrañó a la familia. El celular de José parecía prender y apagar, entraban esporádicamente los mensajes. “Entonces mi hermana recibió una llamada. Era de noche. Le hablaba un subintendente de carreteras de Neiva. Le dijo que el celular de papá estaba en un peaje de Guaduas y que se habían dado cuenta del hombre desaparecido”.
El hombre que manejaba el carro del taxista no tenía dinero para pagar el peaje y por eso dejó ese celular empeñado como muestra de que volvería. “Decidí viajar directamente a Neiva. En el sitio nos dijeron que era muy joven quien manejaba el taxi a eso de las ocho de la mañana, que se había identificado como soldado y que iba para Neiva”. En la región también buscaron en cuanto hospital les fue posible.
Pronto llegó una nueva pista. Un hombre identificado como Camilo les dijo que había visto el carro en Neiva haciendo maniobras peligrosas. “Quien conducía el taxi lo había cerrado y por eso había avisado a las autoridades. Dijo que su comportamiento era extraño”, recordó Guillermo.
Luego la familia de José encontró el taxi en los patios de Neiva. Se lo habían quitado a un joven de solo 18 años, identificado como Jaider Fernando Burbano, por no portar licencia de conducción. “No habían verificado nada más del carro. Increíble”, contó Guillermo, quien, no obstante, dice que gracias a la ubicación de ese comparendo lograron establecer la identidad del sospechoso número uno del asesinato de su padre.
Ya en la Sijín de Neiva, Guillermo logró que relacionaran ambas investigaciones. “Lo más urgente era que no fueran a tocar ese carro. Esa era una obvia prueba principal de lo que había pasado”. En conclusión, los primeros cuatro días, tras la desaparición, fue la pericia de la familia la que permitió recaudar las primeras pruebas. Las mismas que se les entregaron a las autoridades.
Familiares del taxista desaparecido no detienen su búsqueda .

Familiares del taxista desaparecido no detienen su búsqueda .

Foto:YouTube - EL TIEMPO

La investigación

La familia no deja de agradecerle al subintendente Alejandro González de la Sijín pues fue él quien los ayudó día a día a ubicar al sospechoso del crimen de José. Dicen que es como un ángel. Él armó el caso con su equipo, comenzó a llevar a cabo interceptaciones, a recaudar el material probatorio para que cuando llegara el momento de la orden de captura no existiera ningún error.
También descubrieron que el sospechoso era soldado del Guardia Presidencial y que era bachiller. También que cuando todo pasó le habían dado un permiso para pasar Navidad con su mamá, oriunda de La Argentina, Huila.
Descubrieron que el robo del vehículo había sucedido en la localidad de Engativá, que es muy posible que no actuara solo, que el asesinato pudo haber pasado dentro del móvil y que el cuerpo habría sido arrojado en las inmediaciones del parque la Florida, en un cuerpo de agua, y habría flotado hasta el Muña, donde finalmente apreció el cadáver.
Finalmente, que Jaider viajó muchas veces a Bogotá a conversar con su pareja, quien, al parecer, sabía toda la verdad. “Incluso ese señor tiene una orden de captura por evasión el servicio”, contó Guillermo.
Ayer la Policía Metropolitana de Bogotá confirmó la captura del presunto asesino de José y de arrojar su cuerpo al agua. Unidades del grupo de Homicidio de la Sijín se trasladaron hasta el municipio de La Argentina, ubicado en el suroccidente del departamento del Huila, donde se materializó la captura por orden judicial por el delito de desaparición forzada en concurso con hurto calificado.
El 22 de septiembre de 2022 habían hallado el cuerpo en la represa del Muña, del municipio de Sibaté. Las investigaciones, el rastreo de cámara, trabajo de vecindario y el despliegue de capacidades durante once meses permitieron recopilar muchas evidencias.

El juicio

Viene una etapa de revelaciones para esta familia que no se repone del dolor. El presunto asesino es hijo de una familia campesina y hermano de militares. No tenía antecedentes de ningún tipo.
En este momento no se explican qué lo habría motivado a cometer el crimen y también quién lo habría acompañado en el hecho. “Estamos por averiguar si su familia y su novia lo estaban encubriendo durante todo ese tiempo antes de su captura”.
La familia de José también quiere saber si los presuntos asesinos estaban drogados en el momento en que cometieron el asesinato y si estaban conscientes de lo que hacían. Hoy el gremio de taxistas, que se movilizó tras su desaparición, también lo hará para que se haga justicia. “Mi papá era un hombre íntegro, no le debía plata a nadie, no tenía problemas. Era un trabajador, no merecía morir así. Ahora solo pedimos que se haga justicia”.
REDACCIÓN BOGOTÁ.
CAROL MALAVER 
Escríbanos a carmal@eltiempo.com
Carol Malaver
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