–¿Y quién compra estas bicicletas? –le pregunto.
–Los locos –responde Sebastián Bueno, y suelta una carcajada–.
Y lo confirma luciendo su cuerpo, con decenas de tatuajes alusivos a la bicicleta. Se descubre la pantorrilla izquierda y deja ver uno de los diseños: una rata que pedalea sobre una tall bike, una bicicleta de tres niveles. “Me gustan las ratas. Tengo tres”, comenta. También le gusta construir y vender tall bikes, bicis de dos, tres o más pisos; lo hace desde el 2015.
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“Yo tengo el complejo de ser bajito. Mido 1,65. Me dije; ‘Tengo que verme alto en algo’. Entonces me hice una bici de dos pisos”, dice.

Sebastián Bueno es fabricante de Tall Bikes en Bogotá.
Néstor Gómez - El Tiempo
Sebastián asegura haber sido el primero en construir tall bikes en Bogotá, a punta de prueba y error, hasta dar con el modelo que es su sello: tall bikes tipo fixie, de piñón fijo, hechas a medida, a matriz.
“Conocí las tall bikes viendo las fotos y los videos de un grupo en Miami (Estados Unidos): el Tall Bikes Miami 305. Era un parche de señores de 40, 50 años que pedaleaban en enormes bicicletas que hacen con marcos de bicicletas playeras: las rompen, las resueldan y hacen sus tall bikes. Lo vi y dije: ‘Vamos a hacer una acá”, cuenta Sebastián desde su taller, en el barrio Santa Rita, en el sur de Bogotá.
“Intenté hacer lo que ellos hacían. Cogí dos marcos, los resoldé y saqué la primera bicicleta, pero tuve dos intentos fallidos. Uno fue haciendo skid (término utilizado para referirse a frenar o ‘derrapar’ en una fixie), pero se rompió. El segundo intento terminó en un accidente, una de las piezas se venció... así probé las primeras bicicletas: las probé con mi cara”, dice y ríe. En ese accidente se fisuró el cráneo en tres partes, se raspó el rostro. “Me volví nada”, recuerda. Y agrega: “Pero la tercera fue la vencida. Hice pieza completa, tubo completo, todo hecho a matriz y a geometría para que quedara una sola pieza y fuera más poderosa, para que no se rompiera”.
Ahora que ha perfeccionado la técnica de fabricación y armado, suma tres tall bikes propias y más de 50 que ha vendido a compradores locales, nacionales e, incluso, internacionales. Hay bicicletas marca El Bueno Bikes en Estados Unidos (Miami, Chicago y Maryland) y en España.

Sebastián Bueno es fabricante de Tall Bikes en Bogotá.
Néstor Gómez - El Tiempo
“La gente nos ve subidos en esas bicicletas y nos tilda de locos. En Bogotá eran poco comunes, pero con el tiempo, otros locos, tatuados, se le han medido a subirse a esto”, dice. Hoy, en YouTube, se encuentran algunos videos de chicos y chicas rodando con tall bikes en la ciclovía, entre el tráfico bogotano o, incluso, en carretera. La gran mayoría referencia a El Bueno Bikes como el taller donde compraron la suya.
“Hago las bicis a medida. Tomo medidas de la axila a la muñeca, de la entrepierna al piso y la estatura completa, y según esos números hago la bici. Te la hago de dos, tres, cuatro pisos, como quieras; aunque lo más común son dos pisos. Las hay de rin 700, que es la alta; o de rin 20, la mini velo de dos pisos, que es como una fixed encogida. La de rin 700 te queda a una altura de 1,70, y la mini velo te queda de 1,40”, describe. La persona, ya sentada, queda a más de dos metros. Eso, con los modelos más clásicos y menos arriesgados.
Para que se haga una idea: una bicicleta MTB, de marco talla M y con ruedas rin 27,5 deja el sillín a una altura que ronda apenas un metro o un poco más.
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Un poco de historiaAunque no es claro el origen de las tall bikes, hay documentos que registran la aparición de los primeros modelos en el siglo XIX en Europa y Estados Unidos. La referencia histórica más famosa es quizá la de la Eiffel Tower Bicycle, presentada en 1894 en la Great Bicycle Parade.
En los archivos de The New York Times se menciona que esa bicicleta –que algunos le atribuyen a Leon Lyon– medía 10 pies, es decir, unos tres metros de altura. Otros documentos apuntan que esa bicicleta hizo varias giras por Europa y Estados Unidos.
Tampoco es muy claro cómo las tall bikes empezaron a hacerse populares en algunas ciudades de todo el mundo. Lo que sí es evidente, de alguna manera, es que es una pieza preferida por los más extravagantes colectivos de bicicleta: es utilizada por los SCUL de Boston, quienes se refieren a las bicicletas que ellos crean como auténticas naves espaciales; por los Red Patrol de Chicago, quienes fabrican sus bicicletas con materiales sacados de la basura o el reciclaje, o por los Black Label Bike Club, un excéntrico colectivo joven.
Lo que también es común en las tall bikes es que terminan siendo la excusa para que distintos ‘parches’ exploten su creatividad y se arriesguen a experimentar cuando las construyen. En redes sociales, por ejemplo, es fácil encontrar los marcos más altos extravagantes pero, eso sí, perfectamente funcionales. Así lo muestra, por ejemplo, el minidocumental Tall Bikes Will Save the World, de los hermanos Zenga, en Canadá (ver nota anexa).
Sebastián también experimenta en su taller. “Una vez, uno de los señores del colectivo de Miami me pidió una bici. Quería que el marco quedara en forma de estrella: y se podía. Se hizo la proporción, pero él no tenía cómo llevarla a Estados Unidos, le salía muy caro el envío... al final ese proyecto no salió. Hubo otro cliente que la quería con freno de disco, esa está en Maryland... En fin, lo que tengas en la cabeza lo hacemos”, detalla. Y agrega: “Hacia el futuro, quiero hacer una tall bike cargo, de dos pisos, como la de los Zenga Bros. Además, tengo la idea de romper el récord Guinness de la bicicleta más alta del mundo”. Actualmente, el récord lo tiene el polaco Adam Zdanowicz, con una bicicleta de 7 metros 41 centímetros.
(Además: Travesías en bicicleta: un canal de YouTube para los bicimochileros)
¿Cómo se usan las tall bikes?
Sebastián Bueno es fabricante de Tall Bikes en Bogotá.
Néstor Gómez - El Tiempo
Las tall bike de El Bueno son, en su mayoría, tipo fixie. “Si uno sabe montarse en una de piñón fijo, esto es pasar al siguiente nivel, entonces es normal”, dice, con tranquilidad, y explica: “Para subirse, uno pone un cono o el mismo eje en la parte de la manzana, al lado izquierdo. Apoya el pie derecho, se impulsa, agarra el manubrio con las dos manos, sube el pie izquierdo, lo pone en el pedal izquierdo y ya... para arriba. Suena complejo, pero en un día ya le coges el tiro”.
Él aplica esa teoría en pocos segundos. Como si se tratara de una bici cualquiera, se impulsa y en menos de nada está elevado a más de dos metros, pedaleando por las calles del sur de Bogotá, obligando a peatones, ciclistas y conductores a subir la mirada.
“Son bicicletas para llamar la atención. No es más. Lo que uno ama de esto son las expresiones que uno genera entre la gente, los niños se vuelven locos cuando ven una tall bike”, afirma.
Dice que bajarse es el mismo proceso. Y lo hace parecer fácil: con la misma agilidad con que se sube, se baja: “Es saltar y ya. Así como cuando te bajas de tu bicicleta normal, pero ponle unos 60 centímetros más”, dice, aunque, admite, con el tiempo, el cuerpo puede sufrir un poco.
“Eso sí, para los semáforos y las paradas hay que ser expertos. Hay que hacer equilibrio, debes ser muy ágil, muy hábil para llegar, derrapar, hacer skid y quedarte ahí”, describe.
Pero, insiste, la Tall Bike tiene sus ventajas. “Uno queda a la altura de los carros. Entonces, puedes ver todo el perímetro, sabes que viene un peatón, que pasa un ciclista, que se aproxima una moto, tienes todo mejor ubicado. El manubrio no pega con los espejos, no tienes que estar esquivando espejos... te deslizas más fácil entre el tráfico”, explica.
Y no es teoría. Sebastián utiliza sus tall bikes como sus bicicletas de uso diario: para hacer el mandado, para ir por el desayuno, para comprar los repuestos, para hacer trucos –como si se tratara de una pequeña BMX– y hasta para viajar ‘con altura’: con una mini velo de dos pisos fue capaz de llegar hasta Villa de Ley-va.
El taller El Bueno Bikes está en Bogotá, en la carrera 50 n.º 33-51 sur. Puede identificar fácilmente el local: afuera, en un árbol, está colgada una ‘tall bike’ de tres pisos. También puede encontrar su trabajo en Instagram y Facebook (elbueno_bikes).
(En otras noticias: En Bogotá habrá 3.300 bicis para el Sistema de Bicicletas Compartidas)
‘Tall Bikes Will Save The World’, el documental de los Zenga BrosEn la página oficial de Red Bull está disponible el documental Tall Bikes Will Save The World, que relata la historia de los canadienses Skynny Tim, Benny Zenga y Dave Zenga, más conocidos en la industria creativa como los Zenga Bros y como unos de los referentes contemporáneos de las tall bikes.
Aunque los hermanos Zenga comenzaron fabricando las tall bikes hace más de 20 años como un ejercicio juvenil y experimental, con el tiempo fueron perfeccionando la técnica para desarrollar los más locos pero también los más funcionales modelos: han logrado crear tall bikes que se mueven sin problema por terrenos no urbanos o tall bikes de carga para hacer largos viajes o para llevar pasajeros, mercado o materiales de trabajo.
“En algún punto, la ridícula naturaleza de las tall bikes las hace ridículamente prácticas”, dice Benny Zenga, y añade que, al contrario de lo que creería la gente, este tipo de bicicletas tienen buena estabilidad: “Es el vehículo más revolucionario en el mundo”.
En algún punto, la ridícula naturaleza de las tall bikes las hace ridículamente prácticas
No fabrican sus bicicletas bajo la técnica de resoldar varios marcos. Sueldan y producen el marco desde cero, para probar distintos y nuevos usos para estas bicicletas.
Además, acostumbran a sacar sus bicicletas a parques y plazas y permiten que la gente intente subirse a ellas. “Esto debería ser inspirador no solo para que la gente quiera usar una tall bike, sino para que la gente quiera hacer algo un poco más fantástico en su vida”, sostiene Benny en el documental. Y finaliza: “No puedes comprarla en Amazon. La parte revolucionaria de la tall bike es que no es parte de la economía. Tienes que reunirte con más gente, aprender a trabajar con tus manos, reutilizar materiales, salir a las calles y compartir la experiencia”.
Puede ver más de su proyecto en su cuenta de Instagram (Zenga Bros)
ANA PUENTES
En Twitter: @soypuentes