La organización internacional Aldeas Infantiles SOS abrirá, este viernes, el Centro de Desarrollo Familiar, en la comuna cuatro, Cazucá, de Soacha, que para su construcción contó con el apoyo de tres empresas privadas.
El espacio servirá para trabajar por la prevención de la vulneración de derechos de los menores de edad, así como para brindar asesoría a las familias que presentan problemas y que necesitan una guía para resolver sus conflictos.
“Hay familias que, por ejemplo, quieren recuperar a sus niños que se encuentran en algunas instituciones nacionales o en fundaciones, dado que fueron víctimas de violencia, entre otros. Esto se puede lograr si los padres reciben la asesoría adecuada e inician un trabajo para identificar las situaciones que vulneran los derechos de los niños y niñas y así recuperar su cuidado”, explicó Ángela Rosales, directora nacional de la organización.
El municipio de Soacha (Cundinamarca) fue elegido como piloto para la construcción de este espacio, por el trabajo que ha desarrollado Aldeas Infantiles SOS desde hace más de 12 años.
“Tenemos familias priorizadas, con las que veníamos trabajando. También existe la posibilidad de que algunos casos que ocurran en Soacha sean remitidos a nosotros por entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar o las Comisarías de Familia”, explicó Rosales.
Sin embargo, sobre este punto llamó la atención, pues indicó que el gran reto que se viene es el compromiso de presupuesto por parte de las entidades nacionales y municipales para lograr financiar la atención de algunas familias que lleguen al centro.
“Las familias que tenemos priorizadas las atendemos con recursos propios. El estado puede remitirnos otros casos para recibir apoyo, de manera que las familias no tengan que separarse del niño, pero para ello se requiere financiación, por lo que debe haber compromiso de los recursos públicos destinados para atención a la infancia”, señaló Rosales.
La construcción del centro se realizó con el apoyo de las compañías Oriflame, Prodesa y Cemex, y tuvo una inversión de 300 millones de pesos.
BOGOTÁ