Los parientes del hombre de 58 años aseguraron que no creen en la versión entregada por las autoridades. “Nosotros conocemos a mi tío, él era una persona tranquila y cariñosa. Esto para mí no fue un suicidio, quiero que se investigue bien y no quede como otra muerte impune”, le aseguró al servicio informativo de ‘Citynoticias’ Sandra Milena Merchán, sobrina del vigilante.
La familia tenía la celebración de un bautizo en la tarde del domingo, evento al cual el mismo viernes de su deceso, Merchán había confirmado de manera eufórica que asistiría. Este es un hecho que hace dudar más a la familia sobre la versión del suicidio, pues lo definieron como alguien sabio que sabía afrontar las crisis.
Este domingo se llevaron a cabo las exequias del vigilante en la parroquia Santa María Goretti, en La Castellana, norte de Bogotá, y su familia, en una ceremonia privada, le dio el último adiós en un cementerio del centro de la capital.
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