El asesinato ocurrió sobre las 9 de la noche del sábado 23 de marzo, cuando Óscar Rodríguez volvía a su casa, ubicada en Suba, después de salir del trabajo. Al parecer, tres personas lo abordaron en la vía que conecta a la calle 80 con el barrio Lisboa, sobre un puente que queda muy cerca de una planta de tratamiento de aguas residuales del Acueducto.

Con velas todos sus amigos y conocidos recordaron los sueños que este joven tenía en vida.

Adultos y niños hicieron carteleras para rechazar que en Bogotá una bicicleta les cueste la vida a quienes la poseen.

La muerte de Óscar dejó un vacío inmeso. Su familia no ha podido recuperarse de la perdida.

Todos los asistentes pidieron más presencia de la policía por donde transitan los ciclistas y que se ubique a los responsables de este crimen.