¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Bogotá

Así se vive en un barrio sin transporte público

Desde hace 24 años, en Santa Cecilia no existe transporte público.

Desde hace 24 años, en Santa Cecilia no existe transporte público.

Foto:Carolina Pava/ EL TIEMPO

Para movilizarse por Santa Cecilia Alta, los habitantes tienen que utilizar vehículos informales.

Laura Pava
Una vaca pasta en la parte alta del cerro de Santa Cecilia, justo en la carrera 3.ª este con calle 163. Dos perros duermen al lado de la carretera destapada, mientras que unos siete niños corren de lado a lado jugando a las escondidas. De repente pasa un jeep lleno de gente; los niños y la vaca se corren hacia un lado, y tres de las personas que se movilizaban en el vehículo –que hace las veces de bus público– se bajan casi en frente de sus casas.
Esta modalidad de transporte, aunque no sea legal, es la solución para quienes viven en la parte alta del barrio y tienen que buscar la manera de llegar a la carrera 7.ª con calle 163 para ir a estudiar o trabajar, y que nunca, en los 24 años que lleva legalizado el barrio, han visto que un bus de transporte público toque sus vías.
Vivir en Santa Cecilia Norte y Arauquita I y II, entre otros barrios, es sinónimo de vivir sin transporte público.
“El viaje cuesta 2.100 pesos por persona, es decir, si tenemos que hacer una vuelta en la ciudad, debemos pagar mínimo 4.200 pesos”, dice don Juan Herrera, vecino de Arauquita I. Un dinero importante para habitantes de este cerro, que se divide entre el estrato uno y dos.
Según los vecinos, la razón por la que aún no cuentan con transporte público es por la falta de la carrera 3.ª este, que conecta los barrios Arauquita I y II, Santa Cecilia, La Perla, Cerro Norte y Villa Nidia.
Luis Rojas es uno de los vecinos más antiguos del barrio, que hoy cuenta con unos 7.000 habitantes. Para bajar al CAI de Villa Nidia, donde puede tomar un transporte que lo lleve al lugar donde debe hacer una diligencia, tiene que chiflarle a uno de los jeeps que constantemente suben y bajan por la vía pavimentada.
Aquí empieza la carrera 3.ª este, vía que conecta siete barrios del cerro y que, según vecinos, permitiría el paso de buses SITP.

Aquí empieza la carrera 3.ª este, vía que conecta siete barrios del cerro y que, según vecinos, permitiría el paso de buses SITP.

Foto:Carolina Pava/ EL TIEMPO

Para él, la construcción de la carrera 3.ª este es un sueño que aún no se cumple. “Es que el tierrero es terrible. Cuando llueve, la vía se enloda y la gente que necesita pasar para coger uno de los carros que nos presta el servicio de transporte llega con los zapatos vueltos nada. Y cuando hace sol, nos llenamos de polvo”, cuenta.

Nosotros tenemos que salir a arreglar los huecos que se hacen en la carretera porque si no lo hacemos, nadie viene a hacerlo

Teresa Barrera, residente de Santa Cecilia Alta, añade que cuando llueve, sus casas se inundan porque la vía no tiene sistema de alcantarillado. “Nosotros tenemos que salir a arreglar los huecos que se hacen en la carretera porque si no lo hacemos, nadie viene a hacerlo. Hemos luchado por años para que nos escuchen”, dice.
En el barrio cuentan que los carros que los transportan deberían legalizarse para que mejore el servicio. Según ellos, muchos de los conductores son jóvenes que han encontrado en sus camionetas una forma de conseguir algo de dinero, pero el problema es que no tienen experiencia manejando y pueden ocasionar un accidente en las calles que llegan a tener más de 20 por ciento de inclinación en la parte alta del cerro.
Cinco personas van en uno de los jeeps de servicio, una mujer pide la parada y el conductor frena. La mujer abre la puerta de atrás, y antes de que logre cerrarla, el hombre al volante arranca, por lo que una niña que estaba sentada en el borde casi cae al pavimento. “Esto es lo que vemos todos los días”, dice una vecina que está asomada en la puerta de su casa.
Luis Rojas guarda en el escritorio de su sala un paquete con todos los documentos, derechos de petición, respuestas de las entidades y relatorías de las reuniones a las que ha asistido para hablar de la carrera 3.ª este.
EL TIEMPO ZONA cubrió el 28 de mayo de 2017 una reunión a la que asistieron varias entidades del Distrito, las cuales se comprometieron en seis puntos. Recuperar la quebrada San Cristóbal, mejorar la seguridad del sector con la instalación y reparación de luminarias y una cámara de seguridad, recolectar las basuras que se acumulaban por las calles del sector, arreglar los ocho sumideros que desde hace 15 años no habían tenido ningún tipo de mantenimiento, crear un parque en el barrio y, finalmente, estudiar la viabilidad de construcción de la carrera 3.ª este.
Don Luis sostiene que cinco de estas tareas se han ido cumpliendo, aunque a trancas y mochas.
Por un lado, el año pasado la Empresa de Acueducto de Bogotá, la alcaldía local de Usaquén y la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) recogieron unas 40 toneladas de basuras y sensibilizaron a la comunidad sobre la recolección de desechos en la quebrada San Cristóbal.
Aunque los vecinos se han quejado del servicio de basuras desde el cambio de operador, dicen que se están adaptando y han visto mejoría con el tiempo. En cuanto a iluminación, Codensa y la Uaesp instalaron 146 luminarias tipo led y arreglaron los postes que se encontraban en mal estado. Otro hecho que resaltó la comunidad fue la instalación de una cámara de seguridad en la carrera 3.ª este.
Finalmente, el parque que por años habían solicitado ya es una realidad. ZONA visitó el lugar donde se proyecta el espacio de recreación y encontró que ya hay juegos infantiles instalados y en buen estado. El parque contará con varios senderos que hoy son caminos destapados. El deseo de la comunidad es que los niños y jóvenes tengan acceso a espacios recreativos dignos que los incentiven y los alejen de la delincuencia que ha azotado por mucho tiempo este sector.
El nuevo parque contará con varios senderos que hoy son caminos destapados.

El nuevo parque contará con varios senderos que hoy son caminos destapados.

Foto:Carolina Pava/ EL TIEMPO

Sin embargo, lo que los tiene en vilo sigue siendo la vía.
En diciembre del año pasado, la alcaldía local de Usaquén envió un comunicado en el que afirmaba que la vía les corresponde a ellos y a la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV) y, eventualmente, para construcción de vías nuevas, al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). En la carta, la administración local envía una solicitud de viabilidad al Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (Idiger) y a Planeación.
Por su parte, Idiger respondió que esta vía presenta un riesgo de remoción en masa medio-bajo, por lo que no hay restricción por riesgo para la construcción de la vía; no obstante, informa que antes de la intervención se debe consultar la reglamentación urbanística definida por la Secretaría Distrital de Planeación (SDP), entre otros planteamientos técnicos.
La SDP sostuvo que este segmento vial está especificado como peatonal de seis a siete metros, por lo cual por allí no podrían pasar buses del Sistema Integrado de Transporte (SITP) hasta tanto no se tramite el cambio de especificación de la vía. Por ahora, se espera que la alcaldía local comunique si los requerimientos ya se han cumplido para darles un respiro a los vecinos del barrio.
Don Luis ha recorrido todas las entidades del Distrito pidiendo que lo escuchen. “Sabemos que los costos de esta vía son altos. Funcionarios nos han dicho que se necesitan recursos que superan más de la mitad de todo el presupuesto para Usaquén. Claro que la localidad tiene necesidades y los dineros no se pueden ir a un solo barrio, pero es que ya son muchos años sin transporte público”, dijo.
Por ahora, la certeza es que aún hay barrios en Bogotá que no cuentan con transporte público digno para sus habitantes. Y Santa Cecilia es uno de ellos.
LAURA CAROLINA PAVA GARCÍA
REDACCIÓN EL TIEMPO ZONA
Laura Pava
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO