Aprovechando la soledad de las 2 de la madrugada y creyendo que encontrarían oro, un grupo de ladrones se llevó una pieza de una reliquia de la parroquia Santa Mónica, ubicada en el norte de Bogotá.
“Los ladrones analizaron los horarios de la capilla de adoración de Santa Mónica, en la que se exhibe la reliquia hasta horas de la madrugada y la profanaron”, contó Carlos Vargas, párroco del templo también conocido como Santa María de Los Ángeles, en la carrera 7.ª con calle 79A.
El hecho sucedió durante la madrugada del pasado viernes, 5 de agosto. Todo indica que el color amarillo del soporte que sostiene el Santísimo los atrajo y, pese al grueso vidrio de seguridad que lo protege, lograron meter la mano por una hendidura y arrancar la base de este instrumento que para la comunidad católica alberga el cuerpo de Jesucristo.
Sin embargo, para el padre Vargas, lo importante fue que no se robaron la parte superior de la reliquia, que posee un valor religioso importante para la congregación de la iglesia Santa Mónica.
“A nuestra comunidad no le interesa esta pérdida material, era solo una lata. Nos duele más que hayan profanado nuestra capilla”, explicó.
Además de poner el denuncio ante la Policía, que según el párroco, “es solo rutina porque no se espera recuperar el soporte”, han realizado misas de desagravio, eucaristías especiales que se realizan luego de que un templo ha sido profanado.
Mejora para la capillaTras el robo, bajo la supervisión del vicario, Carlos Julio López, se hará una remodelación en la capilla que, aunque ya se tenía planeada, ahora es una exigencia para ofrecer mayor seguridad a los fieles. Por ello, el padre Vargas invita a toda la comunidad de Santa Mónica a contribuir con la remodelación de la capilla, un lugar que lleva 18 años en este sector de Chapinero.
Por esta razón, este espacio de la parroquia estará fuera de servicio durante un mes. No obstante, se seguirán celebrando las eucaristías regulares. Además, todos los viernes se harán misas de desagravio hasta que se inaugure la nueva capilla de adoración.
Algo de historiaEn 1920, gracias a Margarita de Holguín, esposa del presidente de Colombia, Carlos Holguín, se construyó en lo que para entonces era la zona rural norte de Bogotá (hoy Chapinero) una pequeña iglesia que nombró Santa María de los Ángeles con el propósito de entregarse a la oración.
Este templo, que fue construido bajo el mismo diseño de una capilla que Margarita conoció en un pueblito de Normandía, Francia, se convirtió en lugar de oración para sus familiares.
Más adelante, ella la donó a la comunidad de los Padres Agustinos, y desde el 20 de octubre de 1953, por delegación de monseñor Crisanto Luque, la capilla pasó a ser la parroquia Santa Mónica.
Según el padre Vargas, desde que la iglesia pasó a manos de los Padres Agustinos ha estado dirigida por sacerdotes españoles, y agrega con cierto orgullo, que tras varios antecesores internacionales, él es el primer sacerdote colombiano que toma la dirección de la iglesia.
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