Minutos antes de llegar a su vivienda en el barrio Rincón del Chicó (localidad de Chapinero), Adriana* escuchó el grito de una mujer, que desde un automóvil color plata le solicitó sus documentos como parte de un supuesto retén policial. La ciudadana había sido abordada por una banda delincuencial que utiliza esta modalidad para hurtar a peatones.
De inmediato se detuvo y se negó a la petición, pues ella es abogada y conoce cómo es el procedimiento en estos casos. “Me dijeron que debía mostrar mi documentación porque acababa de ocurrir un robo a un local comercial en la zona minutos antes, y que se habían robado una suma de dinero considerable, por lo que estaban requisando a los peatones. Yo soy muy desconfiada y, por supuesto, no accedí”, señaló la mujer.
Faltaba un cuarto para las 8 de la noche, y los delincuentes habían ubicado el vehículo a pocos metros de la esquina de la cuadra, debajo de unos arbustos, un sitio estratégico para acorralar a la ciudadana por la falta de iluminación.
Ante la insistencia de la mujer del carro, de tez trigueña y pelo color negro, Adriana siguió oponiéndose y discutió. “Decían que eran de la Dijín y que solo era un procedimiento por el presunto robo. Yo iba a salir corriendo, cuando vi que por un costado se acercó un presunto peatón, a quien la mujer también abordó, y él sí entregó el dinero, la billetera, y las personas del vehículo se las devolvieron”, relató.
Aun así, la abogada se negó a entregar sus documentos, pero en ese momento el conductor del vehículo, que hasta entonces no había hablado, se bajó y se acercó a Adriana. “Iba a meterme a un establecimiento comercial que queda diagonal, pero él me bloqueaba el paso, y aunque no hubo violencia física, me sentí intimidada; todo pasó en cuestión de segundos. Entonces, entregué la cartera y dos anillos que tenía en las manos”, explicó.
Los ladrones hicieron la pantomima de revisarlos; se montaron al vehículo, incluido el supuesto peatón, y huyeron de la zona. “Quedé muy asustada desde entonces, con un sentimiento de frustración e intranquila de caminar en las noches por el barrio”, expresó la ciudadana, quien señaló además que el nivel de intimidación al que llegan los delincuentes en esta situación es alto.
Las pérdida económica de Adriana suma cerca de 400.000 pesos y decidió compartir su relato para prevenir a otros habitantes de la ciudad.
Luego de colocar el denuncio, las autoridades están recopilando los videos de cámaras de la zona, para identificar a los delincuentes. Cabe señalar que en Chapinero, solo el año pasado, se registraron 2.423 casos de hurto a personas, según cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Además, esta misma modalidad fue denunciada por EL TIEMPO en diciembre pasado, cuando frente a las instalaciones de este diario, dos personas, en diferentes ocasiones, fueron atracadas de manera semejante. Luego de revisar los videos, las autoridades identificaron cómo los ladrones cambiaban las placas del vehículo en cuestión de segundos.
El procedimiento fue igual, solo que en esas ocasiones les solicitaron también los celulares para verificar que el Imei sí estuviera registrado, y amenazaron con bajarse del carro a hacer requisas si no los entregaban.
Por su parte, EL TIEMPO se comunicó con el mayor Juan Celis, comandante de la Policía de Chapinero, para conocer qué acciones adelanta la institución para identificar a estos delincuentes.
Sostuvo que hacen “presencia permanente en toda la localidad. El caso en mención se reconoce como un factor de oportunidad; por eso invitamos a la comunidad a no acceder a falsos controles en la vía pública, a trasladarse a un CAI cercano para verificar la autenticidad del procedimiento, y a comunicarse a la línea de emergencia 123 para reportar incidentes de esa naturaleza”.
Recordó que este sector “cuenta con servicios fijos por parte de la institución; hacemos campañas preventivas en la zona tendientes a generar cultura de autoprotección, y de igual manera se han realizado controles en la zona y capturas, con la identificación de los responsables de delitos”.
* Nombre cambiado por petición de la fuente.
BOGOTÁ
Escríbanos a miccru@eltiempo.com