Entre enero y septiembre de este año, en Bogotá se reportaron 74 casos diarios de violencia interpersonal, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, es decir que en este periodo hubo 20.288 riñas. Y si bien estos casos se redujeron en un 28 por ciento en comparación al mismo periodo del 2015, cuando se registraron 28.243 enfrentamientos entre ciudadanos, este problema sigue preocupando.
Solo hay que ver casos recientes donde la intolerancia y la cultura de violencia primó, como sucedió con Lucas Andrés Restrepo Caicedo, quien golpeó a su madre y a una vecina adulta mayor. (Lea también: Cada día de este año se registraron 248 heridos en riñas)
O casos que terminan en tragedia como el de John Mauricio Rosas Urrea, quien habría sido asesinado por su vecino Misael Chacón por no bajarle el volumen al equipo de sonido de un establecimiento en el que departía.
De hecho, la tasa de violencia interpersonal de Bogotá, 359 casos por cada 100.000 habitantes en 2015, es un 36 por ciento más alta que la del país, que fue de 263 riñas por cada 100.000 en el año anterior.
A esto se le deben sumar las agresiones a la pareja, que en lo corrido de este año registran 9.794 casos, y los de violencia entre familiares, que llegaron a 2.449, lo que demuestra que en la capital hay un alto grado de intolerancia y de conflictos de convivencia que no se resuelven de forma pacífica.
Y si bien desde el Distrito señalan que parte de estas disputas se relacionan con el consumo problemático de licor, especialistas en temas de cultura ciudadana como Henry Murrain, director ejecutivo de Corpovisionarios, afirman que el transfondo de las agresiones tiene que ver directamente con la legitimidad que le dan las personas a la violencia para resolver los problemas.
“No quiere decir que la culpa sea el alcohol, porque también hay un importante número de peleas que ocurre sin su consumo. Tiene que ver con el machismo y la necesidad de validarse frente a otros y demostrar qué tan verraco se es”, explica Murrain.
Otro de los problemas que hace que las cifras de riñas en la ciudad sigan siendo altas es la poca eficiencia de la entidades del Estado para ayudar en la resolución pacífica de conflictos, pero, precisamente, es este número desproporcionado de peleas las que hacen que el sistema colapse.
“La cantidad de casos en nuestra sociedad es tan grande que dificulta la operación de la justicia. No estoy diciendo que la totalidad del problema sea ese, pero sí es uno de los que más lo agrava”, asegura Murrain.
Uno de los retos de la administración de Enrique Peñalosa será el de mejorar la eficiencia del sistema, y por esta razón, tras la creación de la Secretaría de Seguridad, se implementó una Subsecretaría para el Acceso a la Justicia, con la que se buscará darle solución a los conflictos entre los ciudadanos. (Además: Aumentaron las riñas y el robo de vehículos en Bogotá)
Para ello, se invertirá en la construcción de cinco casas de justicia más para la ciudad, donde los bogotanos puedan acudir para resolver sus problemas. También se busca implementar cuatro de estos mismos estamentos, pero móviles, de modo que se puedan llevar a los lugares de la ciudad en donde más los requieran las personas.
Por último, el Distrito apoya jornadas masivas para la resolución de conflictos, como la Conciliatón que se llevará a cabo el próximo 24, 25 y 26 de noviembre, donde las personas podrán resolver problemas como separación de bienes, compensaciones por accidentes de tránsito sin heridos, entre otros.Los interesados se pueden inscribir hasta el 15 de noviembre.
Cualquier problema de convivencia vecinal o familiar se podrá resolver en la jornada de la Conciliatón que se realizará el 24, 25 y 26 de noviembre. Hasta el 15 de noviembre podrá inscribir su caso en casas de justicia, unidades de mediación y conciliación, inspecciones de policía, comisarías de familia y centros zonales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
BOGOTÁ