EL TIEMPO conoció que la Fiscalía cree que pueden ser los tres jóvenes de quienes se perdió el rastro en febrero del 2017, porque en la audiencia de judicialización de los tres capturados obtuvo las pistas para hallar los restos óseos, que este sábado en la tarde serán enviados al Instituto de Medicina Legal para su plena identificación.
El trabajo de levantamiento de los restos lo hizo el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI). El tiempo supo que no estaban sepultados sino abandonados sobre una superficie. Además, en el lugar hallaron restos de la ropa y los zapatos que al parecer podría ayudar a la identificación.
#ATENCIÓN CTI #Fiscalía realizó búsqueda, hallazgo y recolección de restos óseos, encontrados en barrio Cerro Norte de Bogotá, que al parecer, corresponderían a los 3 menores desaparecidos en Usaquen el 22 de feb./17. Laboratorio de genética de #CTI avanza en identificación pic.twitter.com/TwsD2AEN0V
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) 4 de mayo de 2019
En febrero pasado se cumplieron dos años de la desaparición de Mauricio Castillo, Juan Esteban Moreno y Brayan Montaña, de quienes se perdió el rastro el barrio San Cristóbal Norte de la localidad de Usaquén.
Sus familiares y amigos han liderado durante dos años una lucha por encontrarlos que ha estado cargada de incertidumbre, impotencia y frustración, porque por el caso pasaron más de cuatro fiscales y durante 24 meses no supieron nada de sus seres queridos.
Este sábado acudieron a la Fiscalía a conocer los detalles del operativo que permitió encontrar los restos y creen que sí pueden ser los de sus hijos, por el lugar en el que fueron encontrados.
Lo que supieron los familiares de los tres jóvenes desaparecidos es que los restos fueron encontrados cerca de la zona que indicaba un mapa que habían recibido días después de la desaparición de los muchachos.
Germán Montaña, el padre de Brayan, dijo que se enteró el viernes al final de la tarde porque una persona conocida de Cerro Norte, parte alta de la localidad de Usaquén lo llamó para contarle que personal del CTI había encontrado unos restos y se los había llevado en unas bolsas.
Después se enteró que había capturas y que al parecer estarían relacionados con las personas que asesinaron a su hijo y a sus amigos. Después de eso recibió la llamada de la Fiscalía para que acudiera este sábado para la identificación.
Su rastro se perdió cuando realizaban acarreos en un carro familiar que apareció posteriormente, pero de ahí, nada más.
Cada mes, cada año, ha sido un aniversario y una oportunidad para reclamar apoyo en la búsqueda.
Lo que más los ha frustrado es la situación de orfandad en la que se han sentido en la búsqueda, como le dijo a ELTIEMPO ZONA en febrero del 2018 Germán Montaña, el padre de Brayan: “En esas idas y venidas de fiscal en fiscal hemos perdido tiempo. Se demoran un mes poniéndose al tanto de lo que pasa y cuando por fin tienen conocimiento de la situación nos dicen que no pueden decirnos nada porque todo es confidencial”.
Todo indica que esta vez la Fiscalía tiene pistas certeras sobre las circunstancias de la desaparición y muerte de los jóvenes, pero por ahora no se han revelado detalles porque la investigación está en curso.
Redacción Bogotá