La familia del patrullero Luis Edilberto Ocampo está devastada. Sabían que su sueño más grande era iniciar la carrera como oficial, y su padre, quien tenía el mismo nombre, no dudó en decirle que si era necesario, vendería la casa para que contara con que su propósito se iba a hacer realidad.
Lamentablemente, su visita a Bogotá fue por otro motivo: llevarse el cuerpo del hijo para hacerle cristiana sepultura en Villavicencio, la ciudad que lo vio crecer, en donde quedaron sus amigos que ahora lo recibirán como un héroe.
(En contexto: Luis Edilberto Ocampo Ramos, el patrullero asesinado en medio de una riña).
El brigadier general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, confirmó el asesinato del patrullero en la localidad de Suba, en la madrugada del domingo.
Explicó que todo ocurrió en el barrio El Triángulo. “El policía se encontraba en un procedimiento de control de cierre de establecimientos. Son operativos que buscan disminuir las riñas por intolerancia, que son comunes en estas zonas”.
Mientras atendía un caso, un sujeto ofendió a una oficial de la institución, y cuando el patrullero trató de mediar y conducir al agresor hacia una estación fue atacado por la espalda con un arma blanca. De inmediato el atacante, identificado como Kevin Daniel Valencia, fue capturado. El patrullero fue trasladado a la Clínica La Colina. “Desafortunadamente falleció”, confirmó el general.
(Lea también: Portando maletines de domiciliarios atracaron un restaurante en Usaquén).
Ocampo tenía 24 años, había ingresado a la Escuela de Formación en el año 2018. “Tenía una amplia actividad, había sido auxiliar de policía en Villavicencio, de donde es oriundo”.
El padre del patrullero contó que desde que era un niño quería ser un policía, como lo son varios miembros de su familia. “Es que yo también me puse el uniforme por este país, todos somos policías en la casa. Cuando mi hijo cumplió 17 años me dijo: ‘Bueno, papá, ¿ahora qué hago?’. Yo le dije: ‘Alístese para la Policía’ ”, contó.
Sin embargo, la familia del joven esperó a celebrarle los 18 años para presentarlo en la Escuela de Carabineros Eduardo Cuevas García, pero ahí no había convocatorias en ese momento. Entonces decidió comenzar como auxiliar bachiller. Ya llevaba cinco años al servicio de la institución.
(También puede leer: ‘Un celular valió más que la vida de mi niña; luchará por volver a caminar’)
Lo más lamentable es que el 1.º de septiembre saldría de vacaciones, y su familia lo esperaba con los brazos abiertos. “En vez de eso me tocó venir a Bogotá con mi esposa y su hermano a retirar su cuerpo de Medicina Legal. A mi hijo lo mató un hombre que no piensa, que camina por caminar, que no imagina cuánto daño puede causar, que hace el mal por hacer el mal”, dice su padre. La mamá del patrullero ni siquiera ha tenido la fuerza de ver el cuerpo de su hijo, es un dolor irreparable para una madre. “Ha estado encerrada en el apartamento. Está devastada, se la ha pasado llorando todo el día”, agrega el padre.
Harold, el hermano del patrullero, también está sumido en la tristeza. “Él era una persona que siempre se hacía querer, tenía muchos sueños y metas. Esto es muy triste para todos nosotros”. Por ahora se sabe que el asesino fue mandado a la cárcel y que deberá pagar por el delito de homicidio. Nació en Barranquilla. “No tiene profesión ni actividad económica definida, pero, según los oficiales del CAI Rincón, es una persona que constantemente era trasladada por consumo de drogas y actos agresivos”, concluyó Camacho.
(Siga leyendo: Mujer fue asesinada por su esposo en Fontibón).
El alto oficial lamentó lo que está pasando: “Hacemos un llamado a la sociedad para que guarden la calma. Los policías salvaguardan la vida de las personas que consumen licor o alucinógenos. A diario están sufriendo agresiones en esta actividad”. Con el patrullero Luis Edilberto Ocampo, ya son tres los casos recientes de policías asesinados en servicio. “Una patrullera de tránsito murió durante un hurto, y una auxiliar de policía, cuando le robaban su bicicleta. El llamado es a la tolerancia y la calma; están afectando a muchas familias”.
El desgaste por los actos vandálicos y la escalada de la violencia
El covid-19 resaltó la necesidad de mejorar el transporte activo
REDACCIÓN BOGOTÁ
Comentar