El vuelo AF 429 de la aerolínea Air France, con destino París, debía salir de Bogotá el miércoles 23 de agosto a las 7:15 de la noche. Sin embargo, después de dos días y tres intentos de despegue fallidos, aún hay pasajeros que no saben cómo van a llegar a París.
Así le contó a EL TIEMPO Catalina Castro, hija del escritor Germán Castro Caycedo. Cuando el avión iba a despegar en la noche del miércoles, frenó súbitamente, pues el piloto detectó una falla en el tren de aterrizaje de la aeronave.
Después de un segundo intento de despegue en la madrugada del jueves, la aerolínea canceló el vuelo. Posteriormente, los pasajeros recibieron un mensaje que les informaba que viajarían a las 2:30 p. m. del mismo jueves.
No obstante, el avión tampoco despegó ese día, también por fallas mecánicas. Y el vuelo quedó cancelado. En compensación por los inconvenientes, la empresa le desembolsó 200 euros a cada pasajero.
Sin embargo, algunos de los viajeros, entre ellos Castro, consideran que el dinero no compensa los inconvenientes causados por la aerolínea ni el trato, dado que no recibieron nada de comer cuando estuvieron en el avión esperando por varias horas consecutivas ambos días.
Castro, junto con su esposo e hijos, esperaba viajar a París el lunes, pero aún no sabe qué va a pasar con el vuelo.
“Yo voy a llamar para que me cambien de aerolínea. Después de todo lo que pasó, me rehúso a volar con Air France”, concluyó Castro.